Está situada a los pies del promontorio del castillo de Fuentidueña, rodeada de plazas y espacios urbanos de traza irregular, según consta en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). Ocupa una superficie aproximada de 643 metros cuadrados y su ubicación en el barrio alto de la localidad hace que sea "muy visible desde buena parte del núcleo urbano y su entorno".
El edificio que ha llegado hasta la actualidad es el resultado de un proceso de ampliaciones y transformaciones realizado a lo largo de varios siglos. La observación de las fábricas exteriores y el análisis de la planta del inmueble revela su origen medieval como ermita de tradición mudéjar, de la que apenas quedan unos sencillos muros de mampostería de piedra de yeso y restos del armazón de madera de un artesonado de par y nudillo.