En la explanada del Rey, junto al río Manzanares, se celebró este martes por la noche San Isidro, con un recital de Haendel y una función pirotécnica. Según informa el diario El Mundo, las fiestas patronales trajeron, en forma de recital, la obra del eterno músico barroco a rillas del "nuevo río" que muchos visitaban por primera vez tras la remodelación.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, inaguró este "nuevo Manzanares", rodeado de más de 4.000 personas que se dieron cita para presenciar las melodías de Heandel que se dirigieron sobre el agua. Minutos antes del concierto, Gallardón firmaba autógrafos, se hacía fotos y repartía muestras de afecto a los que se acercaban.
Fue una función alegre, que alternaba melodías de trompetas y violines y cuyos silencios llenaron de aplausos el estadio. La vista dejaba de fondo el Palacio Real y la Almudena, que se fue destacando, por la iluminación, a medida que se iba el sol. Las recién estrenadas luces del río también se pusieron en funcionamiento.
El momento más esperado por el público fue cuando comenzó el espectáculo de pirotecnia. Los fuegos artificiales acompañaron la intensa melodía de Haendel, y consiguieron que nadie se moviera de su asiento hasta terminado el espectáculo. Esto provocó una enorme congestión en la salida.