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Marcha por la apertura de la Colada de las Latas
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Marcha por la apertura de la Colada de las Latas (Foto: PSOE Galapagar)

Galapagar, Colmenarejo y El Escorial aspiran a recuperar la Colada de las Latas

Por Fernando Rodríguez
martes 07 de junio de 2022, 07:38h

Recuperar el paso de servidumbre de la Colada de las Latas para evitar su abandono. Ese es el objetivo de vecinos y asociaciones repartidas por los municipios de Galapagar, Colmenarejo y El Escorial, que llevan años luchando para acabar con el cerramiento de esta histórica vía pecuaria ubicada en el noroeste de Madrid y que conecta la Cañada de las Merinas con la Cañada Real Segoviana. Solo así, explican, es posible garantizar su conservación y uso público, además de su trascendental importancia social, medioambiental y cultural como elemento único del patrimonio regional.

Esta vía, además de actuar como zona de paso para el ganado, une también los núcleos poblados de Navalquejigo y Colmenarejo, de forma que su apertura resulta prioritaria para los habitantes de estas pequeñas poblaciones. Sin embargo, y a pesar de las protestas por parte de la vecindad, que ha protagonizado múltiples marchas y otras acciones reivindicativas en los últimos años, el cercado y el vallado continúan vigentes desde la aprobación de la Ley de Vías Pecuarias en junio de 1998. En concreto, la vecindad señala que el tramo "usurpado" discurre desde la Cañada Real Segoviana hasta el cruce con la carretera de El Escorial, la M-505, lindando con la Dehesa Vieja.

“La Colada de las Latas lleva cerrada desde hace más de 20 años, cuando la última propiedad de la finca, perteneciente a Arroyo Torero S.L., optó por cerrar la puerta de acceso desde la carretera de El Escorial y vallar el acceso desde el camino de Navalquejigo. Fue entonces cuando diferentes entidades vecinales nos pusimos de acuerdo para reivindicar la devolución de este patrimonio histórico y público para uso y disfrute de la ciudadanía y la ganadería", explican desde la Sociedad Caminera del Real de Manzanares, una de las asociaciones que más se ha involucrado en la cuestión junto al Centro Social Ítaca de Galapagar. En esta tesitura, añaden, "resulta imposible transitar porque en varios puntos te puedes encuentrar con todo tipo de verjas, vallas de piedra y cercados de alambre por encima. Ni ganado, ni nadie puede cruzar”.

Marcha por la reapertura de la Colada de las Latas (Foto: Sociedad Caminera del Real de Manzanares)

"La vía lleva cerrada desde hace más de dos décadas"

Ya en el año 2011, los vecinos lograron que el Gobierno de la Comunidad de Madrid se personase ante la justicia para denunciar la situación. Aunque la sentencia, anunciada en 2014, resultó favorable a la reapertura, el cerramiento continúa presente casi una década después. Todo ello a pesar de que la Colada de las Latas se encuentra registrado en el Inventario de la Red de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid, algo que los vecinos ya han denunciado en numerosas ocasiones ante el Área de Vías Pecuarias, elevando incluso la cuestión ante el Defensor del Pueblo y la Fiscalía de Medio Ambiente.

“No resulta sencillo explicar por qué aún no se ha actuado sobre este tramo concreto. El fallo definitivo, tras el último recurso, tuvo lugar en 2015. Sin embargo, Vías Pecuarias, el organismo competente, aún no ha intervenido. Confiamos en que pronto actúe de oficio, acuda al lugar, deslinde y amojone la vía pecuaria, que es lo que se debe hacer”, lamenta Carlos Sanjuán, secretario de la Sociedad Caminera del Real de Manzanares.

Valor ecológico e impacto medioambiental

Otra de las cuestiones que más preocupa a los habitantes de Galapagar, Colmenarejo y El Escorial es el impacto amiental que da lugar el cerramiento. "La zona que atraviesa la colada posee un alto valor ecológico, transcurre entre encinas, fresnos, enebros y praderías donde surgen charcas y un arroyo. Es también una de las pocas vías pecuarias que permiten la conexión con la rampa y valle del Guadarrama y la única de ellas que no está interrumpida por zona urbana", apuntan desde la asociación.

Un rebaño de ovejas recorre la Vía Pecuaria (Foto: Comunidad de Madrid)

El plan si finalmente se logra la reapertura de la Colada de las Latas está más que claro: devolverlo a los vecinos para que puedan disfrutar de este pequeño tesoro, respetando y cuidando en todo momento la fauna y la flora del lugar. "El día que se consiga recuperar para el uso y disfrute público, podrá recorrerse a pie o en bicicleta un tramo importante de varios kilómetros que uniría la ermita de Colmenarejo con la ermita del Cerrillo de Galapagar. Ello, sin perjuicio de la conservación y respeto a las propiedades privadas que atraviesa la colada, como ocurre con tantísimos caminos y vías pecuarias que sí han mantenido el dominio público y el uso otorgado legalmente", concluyen.

Apoyo institucional

El pasado domingo, el PSOE de Galapagar, junto a otros colectivos y miembros de la sociedad civil, organizaron una nueva marcha reivindicativa para la reapertura del paso de servidumbre de la Colada de las Latas. A la misma acudieron importantes cargos de la política municipal, entre los que cabe destacar a Alberto Gómez Martín, alcalde del municipio.

"Un patrimonio histórico a preservar y promocionar"

Por su parte, desde el Gobierno regional, definen las vías pecuarias como “caminos milenarios usados tradicionalmente para el tránsito ganadero y que constituyeron la infraestructura fundamental de la trashumancia castellana en la Edad Media. Un patrimonio histórico único en Europa y en el mundo, que es necesario preservar y promocionar”. En esa línea, la Comunidad de Madrid apuesta por “asegurar su conservación y adoptar las medidas necesarias para su restauración y protección”. También por “preservar la biodiversidad y el intercambio genético de la flora y la fauna, así como contribuir a la preservación de razas autóctonas y al aprovechamiento de los recursos pastables”.

Por su importancia, las vías pecuarias son consideradas además bienes de dominio público y, como tales, son inalienables, es decir, no se pueden vender, imprescriptibles, no prescriben con el paso del tiempo, e inembargables, no pueden ser embargados.

Interés natural y cultural

Las principales vías pecuarias son las cañadas reales, trazados de muy largo recorrido y con hasta 75 metros de ancho que atraviesan el país de arriba a abajo. Además, existen también otras categorías menores de vías: los cordeles, con hasta 37,5 metros de ancho, las veredas, hasta 20 metros, y las coladas, con menos de 20 metros. Todas ellas se destinan fundamentalmente al tránsito del ganado, aunque también a otras actividades como el senderismo o las rutas en bicicleta. Asimismo, existen otras vías pecuarias asociadas más bien al descanso de los rebaños en sus desplazamientos. Se conocen como descansaderos, abrevaderos y majadas.

En paralelo, las vías pecuarias se categorizan en dos tipos. Por un lado, las de interés natural son las vías o tramos de ellas que discurren dentro de los límites de los espacios naturales protegidos en la región o los conectan entre sí. También las que resultan de especial valor en cuanto a la conservación de la flora y la fauna autóctona. Por otro, las de interés cultural son aquellas vías que presentan especial valor desde el punto de vista cultural o recreativo.

En cuanto a las especies autóctonas que es posible encontrar en este ámbito, destaca la raza bovina berrenda, tanto en colorado como en negro. Estas se suelen ubicar en la dehesa, ligadas fundamentalmente a zonas de baja producción en pastizales. En 2017, la región registró un total de 899 cabezas de ganado en colorado y 292 en negro.

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