La policía local de Leganés se ha personado esta mañana en las instalaciones de la escuela de música 'Manuel Rodríguez Sales', donde lleva siete días encerrado un grupo de padres, para "intentar desalojar" el centro de manera dialogada, según Europa Press que cita a Míguel Ángel Rodríguez, un portavoz de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos.
Según Rodríguez, los agentes han apelado a las medidas sanitarias adoptadas en el municipio para evitar contagios por coronavirus y han procedido a identificar a las cinco personas que estaban en ese momento encerrados en el interior del centro cívico 'Santiago Amón', al tiempo que han instado al resto de padres y formaciones políticas que están en el exterior a que no intenten entrar bajo la advertencia de "otras medidas".
Rodríguez ha considerado que la medida no estaría vinculada a una cuestión sanitaria ya que, según ha explicado, en estos momentos hay más trabajadores municipales en el centro que personas vinculadas al encierro. Otra portavoz del AMPA ha asegurado que, según la Policía, las personas encerradas podrían estar incumpliendo la "ley de alerta sanitaria", lo que podría acarrear sanciones económicas de hasta 600.000 euros.
Mientras, fuentes municipales han confirmado que, siguiendo las órdenes de la Comunidad de Madrid, el "centro Santiago Amón tienen que estar cerrado". "Si esos padres deciden quedarse dentro lo harán bajo su responsabilidad", han apuntado. Tras ello, han pedido que nadie pueda acceder al centro y que no se abran las puertas de emergencia. "Es una de las medidas decretadas y que la Comunidad nos pide encarecidamente cumplir para evitar y controlar la transmisión del coronavirus", han declarado a Europa Press.
Por su lado, el AMPA ha anunciado que de momento no abandonará el encierro, ya que, según la última asamblea, han decidido mantenerlo reforzando las medidas para evitar contagios. Según Rodríguez, se acordó que no acudieran personas de avanzada edad ni niños menores de edad, y que se limitase a cien el número de personas encerradas. Los encerrados creen que "es una clara maniobra del alcalde para intentar desmovilizarlos".