Dos grandes operaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional han derivado en la detención de doce personas que practicaban robos con fuerza a altas horas de la madrugada en el centro de Madrid. Once de ellos formaban un grupo criminal de entre 19 y 32 años que actuaban en la Puerta del Sol y en la Plaza Mayor, donde se aprovechaban del estado de embriaguez de las víctimas para sustraerle todo tipo de efectos.
Paralelamente, se detuvo a otro varón por otros tantos robos a personas mayores, a las que abordaba cuando entraban en el portal y a las que, mediante un tirón, les sustraía sus joyas provocando en algunos casos que cayesen al suelo. La investigación se inició cuando los agentes, tras analizar varias denuncias, concluyeron que podría existir un grupo organizado dedicado a cometer robos con violencia o intimidación en la zona centro de Madrid.
Devolución a cambio de sexo
Los primeros 11 detenidos seleccionaban a las víctimas aprovechando su vulnerabilidad dado su estado de embriaguez y se acercaban a ellas en grupos de tres a cinco personas obligándoles a entregarles todos sus efectos personales como dinero, documentación, teléfonos móviles o tarjetas bancarias. En algunas ocasiones ofrecían a las víctimas recuperar lo que les habían sustraído si accedían a mantener relaciones sexuales con ellos.
Una vez lograron identificar a todos los miembros del grupo fueron detenidos como presuntos autores de dos robos con violencia e intimidación así como pertenencia a grupo criminal, además comprobaron que entre ellos se encontraba un menor de edad.
Esperaba a que las víctimas entrasen en su portal
El otro arrestado ha cometido una serie de once robos con violencia contra personas de avanzada edad a las que abordaba cuando entraban en su portal. En ese momento, y mediante un tirón, les robaba las joyas que portasen provocando que algunas víctimas cayesen al suelo. En caso de que alguna le reprochase el robo se dirigía hacia ellas con gestos amenazantes e intimidatorios. En el domicilio del individuo se encontraron joyas, un ordenador portátil y teléfonos móviles presumiblemente procedentes de sus robos así como las prendas de vestir que utilizaba en ellos, según ha informado la Policía tras el registro posterior a la detención.