La Comunidad de Madrid mantiene tutelados a un total de 2.327 adultos que han sido declarados por un juez como personas incapaces de administrar sus bienes y/o valerse por si mismas. El 35,69 por ciento de ellas sufre demencia, el 18,53 por ciento padece algún tipo de enfermedad mental, y el resto presenta algún tipo de esquizofrenia o demencias derivadas de alguna patología asociada.
En cuanto a la edad, el grupo más numeroso (18,30 por ciento) es el que comprende entre 50 y 59 años, seguido del tramo de 40 a 49 años (16,48 por ciento del total). Por género, un 51,72 por ciento de los tutelados son mujeres y un 48,28 por ciento son hombres.
El Gobierno regional aplica este mecanismo de protección personal y patrimonial de estas personas a través de la Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos. Este departamento depende de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales, cuya titular, Gádor Ongil, visitó este miércoles el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, que presta atención a 120 residentes tutelados por la Administración autonómica.
"Hay un tutor que acude a los centros para visitar y administrar estos bienes, pero si las personas se encuentran en mejores condiciones y no residen en centros van ellos mismos a la sede de la Agencia Madrileña de Tutela de Adultos, perteneciente a esta Consejería, y se les da su paga y su pensión", explicó Ongil.
Talleres para "retrasar demencias"
Las pagas que la Administración otorga a estas personas proceden de los bienes de estas personas y de la pensión contributiva que les corresponde por ley. La consejera puso el ejemplo de un residente del Centro San Juan de Dios, retrasado mental y tutelado por la Comunidad de Madrid, que "recibe 56 euros a la semana por trabajar en el almacén del centro".
"La atención que reciben es para intentar retrasar todo tipo de demencias, y se hacen talleres para que desarrollen sus habilidades", apuntó Ongil.
Durante la visita al complejo de Ciempozuelos, algunos residentes explicaron su situación. Así, Miguel Ángel Gouro, de 40 años de edad, con un trastorno de comportamiento y un retraso mental moderado, señaló que vive en el Centro porque sus padres le "ingresaron antes de morir" y ahora trabaja "en el jardín de la residencia".
Un total de 1.100 personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental o algún grado de demencia residen en el Centro San Juan de Dios, y 120 de ellos están tutelados por la Comunidad de Madrid.
Desde que comenzó a funcionar, en 1995, la Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos ha asumido un total de 6.968 ejercicios tutelares de personas mayores de edad con capacidad legal limitada por consecuencia, principalmente, de enfermedad mental, discapacidad intelectual o diferentes grados y especificidades de demencia. En muchos casos, se encuentran además en situación de desprotección por carecer de familiares que puedan responder por ellos.