Hay varios tipos de subastas, aunque la más común y la que más se encuentra hoy en día es la tradicional, donde se van subiendo las pujas hasta que nadie más quiere volver a pujar, es entonces cuando la persona que más dinero haya ofrecido tendrá el privilegio de llevarse el artículo subastado.
En las subastas se pueden ofrecer productos muy variados, desde una subasta de joyas, hasta una de vehículos, cuadros, pinturas o muebles.
Los antiguos romanos ya las realizaban cuando querían vender sus mejores esclavos capturados en combates a diferentes lanistas, con la intención de convertirlos en futuros gladiadores que luchasen para entretener al pueblo en el gran coliseo romano o sus animales más bellos y exóticos traídos de otras partes del mundo para la gente de más elevada posición.
En la actualidad, las obras de arte son las que más están cotizadas, además de ser las más conocidas, debido a que suelen atraer a coleccionistas de muchas partes del mundo para hacerse con esa pieza tan rara o difícil de conseguir, pudiendo llegar a pagar una cantidad desorbitada de dinero por ella.
Estos coleccionistas e incluso algunos museos llegan a pagar esta cantidad para poder exhibirla como trofeo y ser la envidia de todo el mundo que las rodea, algunas de las subastas más caras de la historia han sido:
El número 1 del ránking fue para la subasta hecha en 1892 por el cuadro "Nafea Fa lpoipo" del pintor francés Paul Gauguin, su subasta terminó con la escandalosa cifra de 263 millones de euros, ofrecida por un comprador de Qatar.
Este comprador le quitó el puesto a la que anteriormente se consideraba como la puja más cara de la historia y pasando ahora al número 2 del ránking, esta obra de Paul Cézanne llamada "Los jugadores de cartas" fue adquirida por la familia real de Qatar por la friolera de 192 millones de euros.
La medalla de bronce es para el cuadro "El Sueño" de Pablo Picasso, adquirida por Steven Cohen, un gran magnate de Estados Unidos por 120 millones de euros. Este cuadro anteriormente había sufrido un imprevisto que su anterior dueño atravesó el lienzo con su codo causando un pequeño agujero en él, no obstante, la cifra pagada aún con este desperfecto no deja de ser escandalosa.
Se han llegado a vender obras de arte de todo tipo de artistas famosos, incluyendo a Jackson Pollock, Andy Warhol o Edvard Munch entre muchos otros.
Resulta como poco curioso el ver cómo hay gente que puede llegar a pagar este tipo de cantidad por tan solo una única pieza de arte o de joyería mientras que, lo más seguro es que todos los que estamos leyendo este artículo, no llegaremos a ver esta cantidad de dinero en ningún momento de nuestras vidas.