El Museo de las Colecciones Reales abrirá, si nada se tuerce, en enero de 2020. El presidente del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional -el organismo público dedicado a la conservación de los bienes de la Monarquía española-, Alfredo Pérez de Armiñán, ha puesto fecha así a la inauguración de este inmenso inmueble colgado ante el Campo del Moro terminado de construir en 2015 tras casi una década de obras.
"Se trata de un proyecto de Estado que se va a materializar 80 años después de su primera concepción", ha explicado Pérez de Armiñán ante los representantes del sector turístico convocados por la Asociación Empresarial Hostelera de Madrid (AEHM) en un desayuno informativo en la capital.
Seis plantas para 750 piezas
Cuando se abra, este premiado edificio -que contiene 40.000 metros cuadrados de superficie repartidos en seis plantas y lleva la firma de los arquitectos Mansilla y Tuñón- ofrecerá un recorrido por la historia de España a través de la "continuidad" de la Monarquía.
Las 750 piezas que, "como máximo", acogerá este centro se distribuirán cronológicamente. La museografía, para la que se ha convocado un concurso internacional, trazará un itinerario por 16 reinados hispánicos, retratados mediante las obras de arte que han ido atesorando desde el periodo medieval a la Casa de Austria y la de Borbón. También, habrá un espacio habilitado para muestras temporales y otro para el fondo.
La construcción de este museo se aprobó en 1936
El inmueble, cuya construcción se aprobó en 1936, pretende acoger así una representación mayoritariamente inédita de las más de 100.000 obras inventariadas por Patrimonio: o sea, cuadros, relojes, tapices, cerámicas, carruajes, bienes muebles o esculturas.
Colección 'viva'
Los planes de esta institución pasan por que la que se muestre sea una colección 'viva', esto es, un núcleo de piezas permanente que se alimente de aportaciones temporales venidas de otros Reales Sitios -aunque nunca sus "elementos" más emblemáticos, señalan fuentes de la entidad-.
La idea, según el alto responsable, es cumplir dos objetivos: por un lado, uno 'escénico' -generar un "segundo polo de atracción" en la capital junto al museístico eje Prado-Recoletos- y otro puramente turístico -conseguir que los visitantes se queden dos noches en Madrid, en lugar del día y medio que corta el "patrón" habitual, y atraer también la atención de los locales hacia ese modelo expositivo 'mutante'-.
El espacio del Complejo del Palacio Real que Patrimonio quiere 'unificar' (Google Maps)
Túnel de Bonaparte y Ermita de San Antonio de la Florida
El proyecto para abrir este museo se engarza en uno mucho más ambicioso. Las Colecciones Reales son solo la punta de lanza de una revolución cultural que, si se lleva a término, convertirá todo el entorno en un espacio tan cargado culturalmente como el Vaticano. Este es, de hecho, el modelo en el que sus promotores se inspiran. Con esta ciudad inserta en Roma, el complejo del Palacio Real comparte de hecho volumen patrimonial y uso para Jefatura de Estado. Financieramente, Patrimonio mira de reojo las generosas aportaciones del Estado francés a Versalles.
El Túnel de Bonaparte podría abrir a finales de 2018
Por eso, esta institución pública pretende firmar sendos convenios con el Ayuntamiento de Madrid para retocar y abrir el Pasadizo de Bonaparte antes de 2019 -surca los jardines hasta Madrid Río y en la actualidad está clausurado- y para integrar en el complejo la ermita de San Antonio de la Florida. Esta iglesia posee los famosos frescos de Francisco de Goya "no está suficientemente puesta en valor" y pertenece "naturalmente" al conjunto, ha reivindicado el propio Pérez de Armiñán.
Además, la idea es que el Consistorio inserte de algún modo los jardines de Sabatini -de su propiedad- en este complejo y los comunique a través de ascensores para salvar el desnivel que hay. También, que remodele el Parque de Atenas, en el otro extremo, para que pueda ser empleado como espacio de recepción de visitantes. Y todo, con la reforma de la Plaza de España literalmente a la vuelta de la esquina, que alterará el lugar de arriba abajo y que deberá dejar espacio para que las comitivas diplomáticas que dan al Palacio su porte de utilidad circulen en superficie.
Cabe recordar que,en razón de su cargo, la alcaldesa, Manuela Carmena, forma parte del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional. De ahí que desde la institución destaquen su plena consciencia de este inédito proyecto.
Nuevos accesos y cambios de guardia
La idea es crear un único complejo que llegue a Madrid Río
La ambición última es ampliar el itinerario actual, que hoy por hoy solo recorre el interior del inmueble regio, incluida su Real Cocina, abierta recientemente. También -amén de las Reales Colecciones-, Patrimonio quiere intercomunicar la Real Armería, el Archivo General de Palacio, la Real Biblioteca, los Jardines del Campo del Moro o la propia ermita 'goyesca', 'estirando' el conjunto hacia el sur hasta tocar el Manzanares, conectando todo su interior.
Por eso, Patrimonio confía en que haya cuatro nuevos accesos abiertos en todo el recinto y en cada punto cardinal antes de 2020, reconvirtiendo algunas construcciones existentes como controles de seguridad. "El Complejo está todavía por explotar en todas sus dimensiones", ha asegurado el presidente.
Toda esta actividad cultural deberá convivir en último término con la vida institucional propia del Palacio, que el Rey emplea en su agenda. Por eso, Patrimonio ha lanzado la propuesta de sincronizar el calendario de la Guardia Real para que sus cambios y demostraciones acompañen a los visitantes.