Rebuscando por internet (perniciosa costumbre, dicho sea de paso) me encuentro con una preciosa joyita del 3 de octubre de 1973, es decir, de hace cuarenta y tres años exactamente, que en forma de RESOLUCIÓN de la Dirección General de Ordenación Educativa del Ministerio de Educación y Ciencia, decía lo siguiente:
"Tanto por el carácter de los métodos que tradicionalmente se han empleado en la enseñanza, como por la fuerza de la costumbre, ha venida siendo norma en muchos establecimientos de Enseñanza Primaria la imposición de ciertos trabajos que los escolares habían de hacer en sus propios domicilios. La extensión y naturaleza de estas actividades no han sido ni son, en muchos casos, las más adecuadas para la correcta formación de los educandos.
Promovidas nuevas técnicas de trabajo escolar, que cambian sensiblemente los principios y los sistemas de las actividades educativas, es necesario de nuevo reconsiderar esta cuestión de acuerdo con las exigencias de la situación actual, estableciendo unas normas que sirvan de orientación tanto al profesorado como a las familias.
1º. Los programas de los centros serán elaborados de forma que eviten como norma general el recargo de actividad de los alumnos con tareas suplementarias fuera de la jornada escolar."
…
Cuantitativamente se graduará cuidadosamente este tipo de actividades de forma tal que su intensidad sea inversamente proporcional a las edades respectivas, y sin que en ningún caso disminuya el tiempo que los niños de este nivel de enseñanza deben disponer para el descanso, el juego y la convivencia en el seno del hogar.
Cualitativamente, las tareas que se realicen fuera de la clase se ajustarán también a las edades y niveles alcanzados, evitándose el encargo de trabajos mecánicos, pasivos o repetitivos. Para estos casos, parecen más adecuadas las actividades que supongan la consulta de libros, búsqueda de información y de materiales diversos, tareas de expresión y creatividad.
…
Lo que comunico a VV.SS.
Dios guarde a VV.SS muchos años.
Madrid, 3 de octubre de 1973. –El Director general, José Giménez Mellado"
-----------------------------------------------------------------------------
¡Ay madre! O sea, que la incitación de determinada organización de padres y madres a la huelga de "lápices caídos" persigue un fin que coincide con una resolución dictada en el año 1973, es decir, en la postrimería de la dictadura franquista... Una época, dicho sea de paso, no caracterizada por el respeto a las libertades individuales y a la autonomía de los centros educativos, precisamente.
¡Por favor, que no nos volvamos locos! No nos cansaremos de repetir que los mal llamados "deberes" (preferiría utilizar otro término menos coercitivo, más propositivo y constructivo) deben coadyuvar la labor realizada en el tiempo y entorno escolar; deben complementarla, enriquecerla, sugerirla, profundizarla... deben respetar los tiempos de ocio, descanso y convivencia familiar. Pero tampoco nos cansaremos de reivindicar el respeto a la autonomía, a la libertad, a la pluralidad de proyectos y programas... Y por supuesto, no nos cansaremos de denunciar la utilización ideologizada y poco rigurosa de este tema por parte de determinadas organizaciones. Y es que causa perplejidad escuchar cómo se vinculan los "deberes" a la LOMCE, a los intereses económicos de academias particulares, o a la condición social de las familias...
En línea con lo que manifestábamos en anteriores entradas en nuestro blog, parece imprescindible un buen, sosegado y enriquecedor debate técnico y profesional sobre este asunto. Resulta necesario hacerlo evitando una politización que pervertiría las aportaciones y conclusiones que de él resulten. Y por supuesto, es fundamental respetar la autonomía de los centros y de sus proyectos educativos.
Bienvenido sea el debate sobre los deberes. Y entre tanto, releamos las Instrucciones del 73, que por cierto, parece que las hubieran dictado ayer...