La vacuna, comercializada con el nombre de Bexsero, se puso a la venta el pasado 1 de octubre, después de haber estado disponible solamente en centros hospitalarios para la población de riesgo. La medida suponía así ponerla a disposición de padres y de todo aquel ciudadano que deseara ponérsela y "acabar con el turismo vacunal", es decir, los desplazamientos de pacientes de una comunidad autónoma a otra para conseguir vacunas que no están contempladas en el calendario del lugar donde reside el paciente.
Sin embargo, la demanda ha desbordado todas las previsiones. Y es que la Asociación Española de Pediatría (AEP) había recomendado su administración a los bebés a los 2'5, 4'5, 6'5 y 13 meses (evitando así que coincida con otras vacunas ya previstas en el calendario infantil, ya que provoca fiebre cuando se administra junto a otras). Estas cuatro dosis quedarían reducidas a tres si el niño empieza a recibirla entre los 6 y los 24 meses, y a dos si quien recibe la primera dosis tiene entre 2 y 50 años, según explica Francisco Álvarez, vocal del Comité de Vacunas de la AEP.
Así las cosas, la compañía asegura encontrarse "en una situación difícil", ya que el período de fabricación de Bexsero dura en torno a los nueve meses, lo que "supone que no seamos capaces de atender la demanda tan pronto como quisiéramos", informaron fuentes de GSK. La empresa garantiza, sin embargo, su disponibilidad para los pacientes de riesgo y las reservas necesarias para hacer frente a un posible brote epidémico, así como su reposición paulatina en las farmacias a lo largo de las próximas semanas. La vacuna tiene un precio de venta al público de 106,15 euros y debe adquirirse por prescripción médica.
La meningitis tipo B ha sido la causa del 90 por ciento de los casos de meningitis analizadas en el último informe anual del sistema de información biológica publicado por el Instituto de Salud Carlos III.