Si los servicios sociales detectan necesidades que no se cubren con los
recursos existentes, el Ayuntamiento de Madrid pondría en marcha "de
manera inmediata" un servicio de comida a domicilio durante el verano
para los menores en riesgo de exclusión social, según ha anunciado la
alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en el último Pleno del Estado de la
Ciudad de la legislatura.
Tras la petición de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, que llamaba a que las administraciones a poner coto a la malnutrición infantil una vez que cierran los comedores escolares por vacaciones, y después de las demandas de ONG, asociaciones y partidos políticos, el Consistorio madrileño ha decidido poner en marcha este servicio.
El servicio de comida a domicilio actuaría en los casos diagnosticados por los Servicios Sociales de los distritos. "Quiero asegurarles que, mientras yo sea alcaldesa, ningún niño en Madrid dejará de estar atendido en sus necesidades básicas por falta de recursos municipales", ha enfatizado la primera edil.
Las familias seguirán contando con las ayudas de emergencia y con las escuelas infantiles, los campamentos y los programas de actividades a través de los que, también en verano, tratan de apoyar a madrileños en la atención a los niños. Este verano serán más de 25.000 las plazas que harán posible esa atención reforzada.
Por otro lado, los usuarios de teleasistencia con rentas inferiores a los 921 euros o a los 1.228 euros en casos de familias de dos miembros recibirán el servicio de manera gratuita. Botella ha defendido que el Ayuntamiento conoce el impacto que la crisis está teniendo entre muchas familias madrileñas de la mano de la red de atención social, compuesta por más de 600 trabajadores repartidos en 36 centros de Servicios Sociales en los 21 distritos. El desempleo sigue siendo el "principal problema social" a combatir desde esta Administración.
"Incluso en tiempos de gran dificultad para todos hemos mantenido los servicios públicos básicos y esenciales porque ha sido y es nuestro compromiso con los madrileños, especialmente con los más débiles. Les hemos ayudado a resistir los peores momentos de la crisis y, aunque no podemos estar satisfechos de la realidad por la que están pasando, vamos a seguir garantizando el grado de atención y de cobertura necesario para tratar que nadie se quede atrás, para que nadie deje de recibir las prestaciones sociales que le procuren una vida digna", ha asegurado.
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