"Plantar un árbol conlleva una responsabilidad: hay que vigilar que
crezca sano y no se tuerza y, si crece torcido, poner límites para que
se vuelva a enderezar. Además, hay que estar al tanto de que no
aparezcan malas hierbas alrededor que no permitan un crecimiento
normalizado y tener paciencia para que el árbol de sus frutos". Con esta
explicación, Otaola ha apoyado a la participación de los jóvenes que
cumplen medidas judiciales en el taller de jardinería y horticultura que
se está impartiendo este verano en El Laurel: "Es una decisión personal
de dedicación y esfuerzo que muestra una actitud de responsabilidad
individual porque plantar un árbol representa, a fin de cuentas, una
apuesta por el futuro".
En El Laurel, centro gestionado por Respuesta Social Siglo XXI y
ubicado pasado el kilómetro 13 de la carretera de Colmenar Viejo,
cumplen medidas 48 jóvenes que han cometido delitos relacionados con el maltrato familiar, lacra que, según datos de la Fiscalía General del Estado, va en aumento.
Es característico que, además, sea uno de los delitos que más chicas
cometen. Según ha dicho la directora de la ARRMI, un tercio de los
internos son féminas, mientras que en los centros especializados en otra
tipología delictiva, las chicas apenas superan el 10 por ciento.
En periodo estival estos centros de menores organizan talleres más
lúdicos como manualidades, dibujo e ilustración, pintura, cocina, baile,
cine-fórum, teatro, radio, lectura o informática. También se mantienen
las clases de apoyo escolar que hay durante el curso, las actividades
deportivas y los programas de desarrollo personal y competencia social.
La Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor
(ARRMI) es un organismo dependiente de la Consejería de Presidencia,
Justicia y Portavocía del Gobierno de la Comunidad de Madrid. En la
actualidad tiene nueve centros -El Lavadero, El Laurel, El Pinar, Las Palmeras, Teresa de Calcuta, Altamira, El Madroño y Renasco-.
Desde su puesta en marcha, la gran mayoría (89 por ciento) de los
menores no reinciden, según las cifras aportadas por el Gobierno
regional. La última memoria de la Agencia pone de manifiesto el descenso
global y progresivo de infracciones cometidas por menores en los
últimos cinco años: el homicidio o asesinato (pasa de 35 en 2007 a 5 en
2011) o las agresiones sexuales (de 63 a 19) son dos de los más
llamativos. Por otro lado, el perfil del menor infractor que cumple
medidas en la región es el de un varón (85,6 por ciento), de 17 años y
medio (27 por ciento), de nacionalidad española (59 por ciento) que
cumple medidas por cometer infracciones que conllevan violencia, como el
robo (21,6 por ciento).