El presupuesto presentado por el Ayuntamiento de Galapagar refleja un "equilibrio formal, que no real, incumpliendo la legalidad vigente", es decir, se presentan teóricamente equilibrados los ingresos y gastos, aunque realmente se expone un desequilibrio negativo de 1.898.559,47 euros, según refleja el fallo. El alto tribunal ha expuesto que la nivelación presupuestaria solo se cumple formalmente, "ya que se han inflado los ingresos y minusvalorado los gastos". Además, la sentencia expone que Galapagar ha vulnerado el "derecho de los concejales recurrentes a la información y acceso a los documentos sometidos a la aprobación plenaria y a su derecho a la participación política".
Este recurso contencioso-administrativo fue interpuesto el 28 de septiembre de 2010 por los cinco concejales que en ese momento formaban el Grupo Municipal Socialista: Carmen Toledano Rico, Ángel Arias, Carmen Andonaegui, Hans Anton Bock y José Eduardo Ruiz. Por su parte, el PSOE ha indicado que "el tiempo pone a cada uno en su sitio", y ha considerado que "los motivos de la sentencia son lo suficientemente graves porque profundizan en la deuda que el Partido Popular generó durante sus cuatro años de mayoría absoluta (2003-2007) al frente de las finanzas municipales". Además, han pedido responsabilidades al concejal de Hacienda, Fernando Arias -que entonces ocupaba el mismo cargo- sobre esta situación presupuestaria. "Debe asumir su responsabilidad y dimitir", han afirmado los socialistas en un comunicado. También se refieren al actual alcalde, David Pérez, "como máximo responsable del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Galapagar que debe asumir su responsabilidad política y dimitir, también, por permitir este tipo de irregularidades tan graves en las finanzas del Consistorio". Durante la presentación pública de los presupuestos se han presentado, según el PSOE, más de 100 alegaciones contrarias, y "en su mayoría procedentes de los propios trabajadores del Ayuntamiento".
El equipo de Gobierno ha recriminado al equipo socialista que el presupuesto de 2011 se aprobó con "las graves secuelas económicas que había dejado la quiebra de su partido". Por ello, se consideró que era preferible aprobarlo y tener que prorrogar los presupuestos del año anterior.