En sus consideraciones, la CNE advierte de que las dificultades para contratar nuevos suministros con comercializadores de un grupo empresarial diferente al de la compañía que opera en la zona "podrían implicar una vulneración del derecho básico del consumidor a elegir un suministrador".
Ante esto, apunta a la necesidad de investigar de forma detallada las razones que llevan a determinados comercializadores a correr el riesgo de perder un potencial cliente, cuando se trata de un nuevo suministro, al recomendarle que acuda en primer lugar a un competidor y ofrecerle la contratación sólo una vez realizada el alta.
Asimismo, la CNE recomienda que las compañías tengan un teléfono de atención al cliente propio de cada comercializador de último recurso "para conseguir una mayor transparencia", y advierte de que negar la tarifa de último recurso, la única regulada, a un consumidor que tiene derecho a ella supone un incumplimiento de la normativa.