Puede que muchos le conozcan más como Mauri Hidalgo por su papel en la serie de televisión 'Aquí no hay quien viva' o como Héctor en 'El Internado'. Ahora, Luis Merlo está cosechando éxitos en el teatro con el papel de Allan en una adaptación de un texto de Woody Allen 'Tócala otra vez, Sam'. Madridiario ha charlado con el actor en la cafetería El Parnasillo antes de una de sus funciones.
¿Cómo te sientes después de llevar más de siete meses representando 'Tócala otra vez, Sam'?
Me siento muy bien. Noto que los que vienen a vernos disfrutan de la obra. Cuando haces comedia dependes mucho del público. Dicen que los actores importantes trabajan para sí mismos o para los compañeros. Yo no me considero importante y por eso trabajo para los que asisten a las funciones. El público te da mucha energía con las carcajadas. Si el público no ríe es que algo malo está pasando.
Por representar a Allan en la obra teatral has sido premiado con el Fotogramas de Plata al mejor actor de teatro, ¿qué te ha aportado a ti el personaje?
Me ha dado muchas más satisfacciones de las que yo pensaba. Woody Allen me ha dado infinitas como espectador, pero nunca había pensado que fuera a darme la de ahora como intérprete. Jamás pensé que pudiera hacer un personaje de estas características, primero por mi físico y segundo porque no creía que fuera a tener la vis cómica que requiere el personaje. El humor de Allan está 'roto', una comedia al límite.
¿Por qué decidiste interpretar a Allan?
La decisión de interpretar a Allan dejé que la tomaran por mí mis hermanos y mis socios. Ellos me decían que el personaje me iba mucho, porque soy neurótico y torpe, cualidades del personaje. Ahora puedo decir que yo no pensaba que iba a tener ese registro para interpretarlo.
Se te ve encantado, ¿crees que es el mejor papel que has hecho hasta ahora?
No, yo intento vivir el presente y mejorar cada día, miro poco para atrás y cuando lo hago pienso que siempre podría haberlo hecho mejor. Podría decir que el personaje que me gusta es el que estoy haciendo en ese mismo momento.
Has actuado en televisión, cine y teatro, ¿con qué te quedarías?
Cuantos más años voy cumpliendo, me va gustando más el teatro. El poder de la comunicación directa con el público es muy gratificante. He hecho poco cine en estos últimos años, pero porque no tenía tiempo.
Eres hijo de Carlos Larrañaga y María Luisa Merlo, ¿cómo se vive en una familia de actores como la tuya?
Puedo decir que para la generación en que yo nací, muy bien, la clase social de los actores era más alta y estaba distanciada de la media. Además he sido criado en una familia liberal, algo que considero un privilegio.
¿Te molesta que se hable de tu vida privada?
Sólo quiero ponerme delante de las cámaras para salir al escenario y actuar. No me gusta ir a fiestas ni a estrenos o entregas de premios. En el fondo creo que soy un gran tímido que al igual que el que trabaja músculos en el gimnasio ha tenido que desarrollar la cualidad de ser extrovertido, pero no lo soy.
¿Cuál es tu opinión sobre la Ley Sinde?
Creo que se ha llegado demasiado lejos y no todo puede ser gratis en la sociedad en que vivimos. Creo que había que hacer algo. No sé si era el momento y la forma de hacerlo, o si había que imponer unas restriciones tan absolutas en un momento de crisis como el que vivimos. Sin duda podría haberse matizado mejor, aunque es fácil decirlo si no eres quien tomas las decisiones.
Tu página de fans en Facebook tiene más de 4.300 seguidores. ¿Tú tienes cuenta en alguna red social?
Me hice un perfil en Facebook y estuve sólo 24 horas, no tenía tiempo para mantenerlo. Pero me siento muy afortundado de haber nacido en esta época.
¿Crees que podrías aprovechar las posibilidades de las redes sociales como actor?
Yo soy muy malo como relaciones públicas. Si no puedo relacionarme con los demás de forma natural, imagina hacerlo con un aparato de por medio. Pero creo que es un buen medio para público de teatro o de cine; las redes sociales pueden aportar mucho al mundo del espectáculo y la cultura.
¿A qué actores admiras más?
Puedo decir que me apasiona lo que hacen Anthony Hopkins, Al Pacino, Javier Bardem o Carmelo Gómez, pero ni podría ni querría parecerme a ellos. Eso sí, ellos son capaces de despersonalizarse de tal manera que llegan a un alto grado de interpretación. Son casi marcianos.
¿Cuál es el género que más te gusta hacer?
Me gusta mucho hacer comedia.
Como madrileño que eres, ¿puedes decirnos cuál es tu rincón preferido de Madrid?
Tengo muchos, pero en la época en la que yo era crápula y nocturno iba mucho al estanque del Palacio de Cristal del Retiro. Vivía cerca del parque y pasaba tiempo allí día y noche. Cuando salía de noche con los amigos y cerraban los locales, terminábamos muchas veces allí para hacer un 'botellón' más romántico y poético que el que hacen los jóvenes ahora.
Antes de terminar, ¿podrías adelantar cuál va a ser tu próximo proyecto?
No puedo hablarlo porque mi hermano me mataría, pero sí hay proyectos por delante. Entre ellos seguir colaborando en el Teatro Maravillas. Un sueño que me queda por cumplir es escribir un libro.