Enrique López López entiende que no existe ningún tipo de conflicto moral o de intereses ante su posible retorno como juez en la Audiencia Nacional con respecto a su intenso paso por la vida política y pública. El ya exmilitante del Partido Popular y actual consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno regional del Partido Popular liderado por Isabel Díaz Ayuso, no encuentra impedimento alguno en su capacidad de ejercer la Justicia con independencia e imparcialidad. "Aquí estaré hasta que pierda la confianza de la presidenta", dice López, a la vez que diferencia entre los puestros discrecionales de la Administración de la Justicia y su plaza funcionarial en la judicatura.
En declaraciones a los periodistas, en los pasillos de la Asamblea de Madrid, el titular de Presidencia ha sostenido que su baja "no supone dar ningún paso atrás en la defensa de los principios y valores" que defienden los 'populares'. Además, ha remarcado que seguirá trabajando en el Gobierno regional "más si cabe" siempre que la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, "mantenga la confianza" en él. "Seguiré trabajando hasta el final de mi compromiso que es terminar esta legislatura. A partir de ahí veremos qué es lo que ocurre. Este no es el momento de hacer ningún tipo de especulación", ha zanjado.
En cuanto a la posibilidad de que esta decisión la haya adoptado por saber que la presidenta no cuenta con él tras las elecciones, López ha defendido que "no tiene nada que ver" porque "se puede ser consejero sin militar en ningún partido político". "Cuando fui nombrado consejero no era militante y ejercí labores de consejero con plena dedicación", ha recordado.
López no ha querido adelantar si volverá a su plaza de magistrado y, preguntando por su posición respecto a la independencia de la Justicia, ha aclarado que él sigue defendiendo que cargos de relevancia que se designan de forma discrecional (como puede ser magistrados del Tribunal Constitucional o vocales del CGPJ) no deben estar ocupados por personas que hayan tenido responsabilidades políticas, al menos durante cuatro o cinco años pero ha diferenciado esto de "la vuelta al ejercicio de una carrera profesional".