La mujer detenida por el crimen de su vecina de Carabanchel, cuyo cadáver se encontró en una escombrera en Toledo, asegura que la víctima se cayó de espaldas en su vivienda y se golpeó en la cabeza, han asegurado fuentes próximas al caso a Europa Press.
La sospechosa ingresó el pasado sábado en prisión provisional tras declarar ante el juez de guardia. El caso ha pasado a manos del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, cuyo magistrado titular ratificará en los próximos días la prisión provisional.
En su declaración, la joven mantuvo en todo momento una versión exculpatoria, explicando que el fallecimiento de Pilar M., de 68 años, fue un accidente. La fallecida era la presidente de la comunidad de vecinos del número 64 de la calle Oca, lugar donde residía la mujer detenida.
“Sentí el chasquido del cuello y escuché una exhalación”, explicó la joven en su declaración. Tras comprobar que la víctima no tenía pulso, sintió miedo y se deshizo del cuerpo de Pilar M. La investigación policial se enfoca en estos momentos en averiguar si la detenida actúo sola o acompañada y, sobre todo, cómo se produjo la muerte.
Según parce, la sospechosa e investigada fue incinerando poco a poco y por partes los restos mortales de su vecina en un vertedero contiguo a su pueblo. Además, visitó varias veces una gasolinera, sitio donde fue sorprendida por los agentes de la Policía Nacional.
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