'El dolor que no ves' es el título de una exposición que trata de arrojar luz sobre la sombra del herpes zóster, una patología que todavía no es suficientemente conocida. Del 3 al 5 de marzo, coincidiendo con la Semana Mundial del herpes zóster, la Casa del Lector de Matadero Madrid acoge esta muestra fotográfica firmada por el artista Eugenio Recuenco que propone una experiencia inmersiva para dar forma, luz y color a esta enfermedad.
El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una enfermedad de la piel causada por la reactivación del virus de la varicela que queda latente, o escondido, en los nervios sensoriales después de la primera infección. Se caracteriza por la aparición de un sarpullido en forma de pequeñas ampollas en la piel, normalmente en el torso, aunque también puede aparecer en el abdomen, las piernas o la cara. Su nombre viene del latín y significa “faja o cinta que se asemeja a una serpiente”, por la forma característica del sarpullido.
El sistema inmunitario normalmente mantiene el virus bajo control, pero en algunas circunstancias, cuando las defensas del cuerpo bajan, como puede ocurrir con el envejecimiento, dejamos de ser capaces de controlar al virus, permitiendo así su reactivación como herpes zóster. Hay varias formas de prevenirlo. La más importante es mantener un sistema inmunitario fuerte, por lo que es recomendable llevar un estilo de vida saludable, incluyendo el consumo de alimentos nutritivos, realizar ejercicio físico con regularidad y descansar bien.
Para Eugenio Recuenco, “fue una oportunidad retadora dar visibilidad a algo tan humano, real y subjetivo como es el dolor y por el efecto personal y emocional que he vivido al haber pasado el herpes zóster en varias ocasiones. Muchas veces es un tabú y es difícil de explicarlo. De esta forma y a través de la fotografía normalizamos expresar las emociones y los sentimientos, trasmitir algo tan subjetivo como abrumador, y desencadenado por otra parte por algo tan frecuente y casi tan familiar como puede ser la enfermedad que coloquialmente llaman ‘’la culebrilla’’ pero a la vez tan desconocida”.