El supuesto asesino machista de El Molar, que presuntamente mató a su mujer y a su hija de 11 años y luego se quitó la vida, habría utilizado para ello dos escopetas que estaban en el chalet, ya que tenía licencia de armas, han indicado a Europa Press fuentes de la investigación.
Los agentes de la Policía Científica siguen realizando una inspección ocultar en dicho chalé, situado en un camino rural Arroyo Cárdenas, que sale de la A-1, en el kilómetro 38, en el que ya han hallado las dos escopetas de caza. Estas armas serán analizadas en el Laboratorio, pero podrían haber sido las utilizadas para el crimen.
Además, hoy se está realizando la autopsia a los cuerpos, que fueron hallados por los bomberos en el rastreo de la casa. Se trataba de una mujer y un hombre adultos y la niña, hija de ambos, que han puesto en manos del personal sanitario del Summa-112. Los sanitarios han confirmado su fallecimiento por las lesiones mortales que presentaba. No estaban en el foco del incendio. Él estaba en otra habitación.
Los cadáveres tienen signos externos aparentes de violencia. Los tres presentaban heridas provocadas por un arma de fuego, sin descartar que la autopsia revele otras heridas por arma blanca. Los fallecidos son María Cruz, paraguaya de 48 años; su marido español, Fausto, de la misma edad; y la hija de ambos, Isabel, de 11.
Los agentes ya trabajan con la hipótesis de que el hombre mató a su mujer y a su hija y se quitó la vida y que, por alguna razón, se inició luego un fuego en la cocina. Pero no ha sido hasta hoy cuando se ha conocido que él habría decidido suicidado descerrajándose un tiro en la cabeza o en la boca.
Antes de hacerlo habría incendiado la casa en dos puntos diferentes utilizando gasolina, ya que se han encontrado restos de este combustible en la casa. El supuesto asesino no contaba con antecedentes de violencia de género ni denuncias previas, según indican las mismas fuentes.