Con la llegada de la desescalada y la incorporación a la fase 1 de la Comunidad de Madrid, los vecinos que llevan ya semanas saliendo a pasear han notado que sus calles han sido invadidas por un inquilino que se reproduce a gran velocidad: los colchones.
No es que sea un fenómeno novedoso, siempre ha habido colchones abandonados en la calle junto a los contenedores de basura, pero se desconoce la razón de su aumento.
Esta práctica está prohibida y queda regulada en el Capítulo 2º de la Ordenanza municipal de Limpieza de los Espacios Públicos y Gestión de Residuos, en concreto en el Artículo 14 en el que se detallan las actuaciones prohibidas como “abandonar muebles, enseres, electrodomésticos y trastos viejos, bolsas, envases o similares en los espacios públicos”.
Para hacerlo de manera legal se debe avisar al Ayuntamiento, llamando al 010, para que “el servicio municipal competente proceda a su retirada con la mayor brevedad posible”, o llevándolo a un Punto Limpio (Artículo 45 de la Sección 3ª del Capítulo 3º en relación a Muebles y Enseres). De no ser así, depositar un colchón en la calle podría suponer una multa de 1.500 euros.
Una de las teorías que han estado circulando por las calles de la capital es que puedan ser colchones de pacientes que hayan pasado la enfermedad o que hayan fallecido por coronavirus.
Por otro lado, con la declaración del estado de alarma, el Ayuntamiento de Madrid se vio obligado a suspender el servicio de recogida de muebles y enseres, para según publicó la institución en su cuenta de Twitter el pasado 24 de marzo, centrarse en “la limpieza y desinfección de las calles y la recogida de residuos”.
Ahora bien, desde el Ayuntamiento confirman que el servicio de recogida ya está operativo y los puntos limpios están abiertos.
Para efectuar dicha recogida y que asegure la seguridad de los colchones y de las calles, los servicios de limpieza marcan los colchones y se espera hasta cinco días para efectuar su recogida después de haberlos desinfectado. Esto no es una novedad del coronavirus, sino que como recoge la página web del Ayuntamiento, para efectuar una retirada que asegure la salud pública, debe avisarse si un colchón está infectado, por ejemplo, de parásitos como las chinches, para que en ese caso se encargue el Servicio de Limpieza Urgente (SELUR).
A pesar de que el servicio de recogida de residuos ya funciona con normalidad, los vecinos siguen notando este incremento. En el barrio madrileño de Tetuán, Antonio Ortiz, miembro de la Casa Vecinal de Tetuán de la Asociación Primero de Mayo, denuncia que ahora se notan muchos más colchones: “Siempre ha habido pero ahora se ha convertido en un objeto de comentario entre la gente”, comenta Ortiz que añade además que si das una vuelta por Estrecho “te encuentras en un tramo de 100 metros un total de cuatro colchones tirados”.
Entre broma y no broma, el hecho es que según este vecino de Tetuán “va habiendo más colchones que personas”. La denuncia no se frena en los colchones sino que la sensación general de los vecinos es que hay más cúmulo de basuras, como denuncian por Twitter, de tal forma que ya conocen “los puntos negros de acumulación de basuras". “Entre una cosa y otra resulta ya difícil andar por la calzada”, asegura Antonio Ortiz.
“El hecho es que cualquier día a cualquier hora muchas de las calles de Tetuán están llenas de colchones”.
Para salir de dudas, los vecinos han abierto un concurso entre ellos para comentar la razón o las causas que hayan podido llevar a este abandono “masivo” de colchones por sus calles. “Se barajan varias ideas, la mayoría ligadas a la situación de pobreza de la zona, hay otros que apuntan al tema de la enfermedad, que sean colchones de enfermos o de personas que han fallecido, o que los servicios no recogen los colchones por miedo al contagio", añade Antonio Ortiz.
Además, también hay quien dice que "sea gente que en esta situación de crisis está comprando colchones nuevos o de segunda mano y que se deshacen de los antiguos, hasta algunos que apuntaban a la prostitución”, comenta este vecino de Tetuán.