Se concentraron por la mañana en el Parque del Oeste, en la Glorieta del Paseo de Camoens con la Calle de Jacinto y Francisco Alcántara, a pesar del frío y la lluvia. Reivindicaron el cumplimiento de la sentencia de abril de 2015 por la que el Tribunal Supremo declaró nulo el ERE llevado a cabo por Coca-Cola Iberian Partners. Fue una sentencia en firme que obligaba a la compañía a readmitir a todos los trabajadores en las mismas condiciones y con idénticos salarios por haber vulnerado el derecho de los mismo a la huelga.
La empresa accedió en mayo a reabrir la planta de Fuenlabrada tras 15 meses cerrada. Los trabajadores despedidos fueron recuperando sus puestos de trabajo progresivamente a lo largo de los últimos meses de 2015, como parte del proceso de cumplimiento de la sentencia judicial.
La fábrica de Fuenlabrada reabrió, sin embargo, con la intención de convertirse en un Centro de Operaciones Industriales y Logísticas (COIL). Un proyecto pionero que, a juicio de Iberian Partners, cerraría definitivamente el conflicto laboral y daría lugar a una etapa de crecimiento, rentabilidad y estabilidad. Los sindicatos, sin embargo, protestan desde entonces porque no se les ha reubicado "en los puestos de trabajo que tenían anteriormente". El portavoz de CC.OO en la planta, Juan Carlos Asenjo, insiste desde entonces en que la readmisión que propone la empresa es una "readmisión irregular" que no se ajusta a la sentencia del Supremo.
Fuentes de la compañía recuerdan que el 9 de noviembre la Audiencia Nacional reconoció que Iberian Partners había cumplido "en todos los términos con la sentencia" así como "reincorporado a sus trabajadores cumpliendo totalmente con las leyes y los derechos de sus empleados". La Audiencia avaló, además, la readmisión de los trabajadores que optaron por "mantenerse en la empresa con las funciones que se habían establecido por la misma".
Por su parte, los trabajadores insisten en que la compañía sigue sin dotar la planta de Fuenlabrada de la maquinaria precisa para garantizar su productividad y, por tanto, los empleos de los trabajadores. Creen por ello que el compromiso de reconvertirla en un centro logístico es "falso" y que están, en realidad, "preparando el camino del despido".
Desde la empresa recuerdan que el centro de Fuenlabrada ha comenzado a operar como COIL "para dar soporte a la actividad industrial de todas las plantas" de Coca-Cola Iberian Partners. Explican, además, que los dos años de cierre, "sin posibilidad de que la empresa pudiera hacer ninguna labor de mantenimiento", han hecho que en los últimos meses "haya sido necesario acometer diversas labores previas a su puesta en marcha con la operatividad prevista".
En este contexto de desconfianza, trabajadores y otros grupos políticos y plataformas han salido a la calle. Los convocantes -el movimiento municipal Ganemos Madrid y la plataforma Democracia Real Ya, entre otros,- consideran que el problema de los trabajadores de Coca-Cola no es una cuestión sectorial, sino general y de todos, puesto que entienden que está en juego la protección de toda la clase trabajadora y, por tanto, de la mayoría social.
Durante el acto, algunos trabajadores hicieron un repaso por estos dos años de lucha para recuperar la producción y sus puestos de trabajo, y pusieron sobre la mesa varias propuestas y actuaciones para afrontar el futuro más inmediato.
Si (
No(
