La Comunidad de Madrid ha registrado, desde el 8 de marzo hasta la fecha, un total de 4.750 mayores fallecidos en sus residencias por coronavirus, 781 positivos y 3.479 con sintomatología compatible pero aún no confirmados.
Se trata de fallecidos en las residencias públicas, concertadas y privadas de mayores, discapacidad y enfermedad mental. Solo en las de ancianos la cifra asciende a 4.250. Así lo ha detallado el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, en una videoconferencia con periodistas, tras la reunión del Consejo de Gobierno.
El dirigente regional ha hecho hincapié en que este virus es "letal" con los mayores, "vivan en residencias o en sus domicilios", y por ello ha defendido que están "extremando las preocupaciones y las medidas de higiene para intentar garantizar que haya el menor número de contagiados".
"¿Se han cometido errores o no? Seguramente lo veremos en unos meses. Nosotros nos estamos dejando la piel para garantizar la atención sanitaria y la atención de todo tipo", ha manifestado. Aguado ha reconocido que las cifras de las residencias no pueden "gustar a nadie", pero ni las de Madrid ni en el resto de España.
Por otro lado, ha recordado que se han repartido en 457 residencias un total de 348.000 pares de guantes; 134.000 mascarillas; 5.400 litros de soluciones hidroalcohólicas; 5.100 gafas protectoras; 101.000 cubre zapatos; 15.400 batas; 14.000 gorros y 3.500 litros de agua.
En este sentido, Aguado ha desgranado que se van a habilitar dos hoteles, con 90 plazas, como alojamiento temporal para personas mayores de residencias que no presenten sintomatología de infección por coronavirus y que no hayan tenido contacto estrecho con un caso posible o confirmado.
Exclusión de trabajadores
Por otro lado, UGT ha denunciado que la Comunidad ha excluido de dicha alternativa a los trabajadores socio-sanitarios de las residencias de mayores, menores y discapacidad.
"Hablamos de profesionales que se están dejando la piel en las residencias, trabajando en unas condiciones durísimas, con escasos y muchas veces inadecuados equipos de protección individual, lidiando de manera heroica con una abrumadora falta de personal y sin pruebas diagnósticas para detectar el Covid-19", han subrayado desde UGT en un comunicado.
En particular, se refiere al caso de una técnica en cuidados auxiliares de enfermería que trabaja en una residencia pública de mayores y vive con sus padres y su hermana. Su padre tiene leucemia y las defensas tan bajas que "vive prácticamente confinada en su habitación por miedo a contagiarle".
También cita el caso de otra TCAE de la misma residencia, que convive con sus padres de 98 años los dos, ahora atendidos por su hermana durante la noche, porque tiene turno de noche en la residencia, tras el cual al volver a casa teme infectar a sus padres.
Ambas se han puesto en contacto con UGT para saber si podrían alojarse en alguno de los alojamientos que han ofrecido distintas empresas y particulares para el personal sanitario.
UGT ha explicado a la Agencia Madrileña de Atención Social la situación de estas trabajadoras solicitando el modo de proceder, para ellas y el resto de personal de la AMAS con estas necesidades. "Nuestra sorpresa e indignación ha sido monumental al obtener la respuesta por parte de este organismo, que nos comunica literalmente que: Lamentablemente en la Agencia no se contempla esta posibilidad", ha manifestado.