Tal y como estaba previsto, el último Pleno de la legislatura en la Asamblea de la Comunidad de Madrid viene protagonizado por el ‘no’ de Vox a la ley para la deducción del tramo autonómico del IRPF a inversores extranjeros planteada por el Partido Popular. El voto en contra de los de Monasterio ratifica la ruptura entre ambos partidos, algo que ha dejado bien claro la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno: “A partir de hoy, que cada uno siga su camino”.
La escena protagonizada por Ayuso y Rocío Monasterio a primera hora de esta mañana pone de manifiesto que la maquinaria electoral está ya marcha y el PP apuesta por el distanciamiento frente a Vox. A juicio de la regidora madrileña, su partido ha defendido siempre “frente a la ultraizquierda” la legitimidad para que “ustedes pudieran estar aquí”- en referencia a su socio en la aprobación de hasta 23 nuevas normas, que serán 26 tras las votaciones de esta tarde- “pero la deriva que han tomado en los últimos meses hace imposible que nos entendamos. Pierden la razón con sus formas y su superioridad moral hacia el partido que les ha enseñado todo. No nos van a arrastrar”, ha espetado la líder de los populares.
El anunciado divorcio se produce a raíz de la “discriminación” que Monasterio percibe en la propuesta del PP para las deducciones fiscales en favor de extranjeros que aspiren a asentarse o poner en marcha un negocio en la región y contra aquellos que ya tributan en la Comunidad. Así, se posicionan “en contra de la ley de privilegios para los que vienen de fuera frente a los que ya están aquí. Quieren bonificar al extranjero mientras se olvidan de los madrileños”, ha aseverado.
Con la vista puesta en “garantizar la igualdad de oportunidades y condiciones para salir adelante adelante”, Vox ha avanzado ya que centrará un apartado de su futuro programa electoral en la deducción de impuestos a los madrileños y españoles. "No puede ser que se premie con hasta 60.000 euros a quien viene de fuera mientras los que están aquí sufren para levantar la persiana de su negocio. Estamos aquí para defender a los madrileños y esto es lo que nos trasladan en los barrios. Entendemos que hay que atraer capital, pero sin discriminar a los de aquí", ha explicado Monasterio.
El Ejecutivo madrileño había diseñado esta nueva deducción para incentivar la llegada de inversiones y como "contrapeso al Impuesto de Patrimonio de Pedro Sánchez". Con ello, cualquier persona que no hubiese vivido en España en los cinco últimos años, podría desgravarse el 20 por ciento del total invertido durante los siguientes seis años.
Una interpretación "errónea"
En contraposición al discurso adoptado por Vox para justificar el sentido de su voto y con el objetivo de dar luz a una interpretación "errónea" del sentido de la ley, el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier Fernández-Lasquetty, ha aclarado que ser extranjero y venir del exterior "no es lo mismo" y que se trata de "una ley para atraer inversión exterior" porque "a Madrid siempe le ha venido bien ser una economía abierta".
De acuerdo con los cálculos del Partido Popular en base a iniciativas similares implementadas en países como Irlanda, Singapur o Israel, la norma relativa a las deducciones fiscales a inversores extranjeros supondría una repercusión de hasta 900 millones de euros en el Producto Interior Bruto (PIB) regional por cada 1.000 millones de inversión. También generaría 12.000 puestos de trabajo y más de 120 millones de ingresos adicionales por la vía de los impuestos. Por ello, el consejero ha confirmado que propondrá que la ley figure nuevamente en el próximo programa electoral.
Ante los medios, Lasquetty no ha dejado pasar la oportunidad de cargar contra la falta de programa propio por parte de Vox, que únicamente se limita a poner "palos en la rueda" a medida que se acercan los comicios. "Lo que se le ocurre a Monasterio, ya se la ha ocurrido antes a Ayuso. Pero en su caso, a lo grande" ha zanjado.
Clave nacional y balance de la legislatura
En contra de lo expuesto por el consejero de Economía, Rocío Monasterio apunta a una clave bien distinta: las nuevas instrucciones dictadas por Génova. “Ayuso trabaja para Feijóo y este ha dado orden de que el PSOE sea su socio prioritario a partir de ahora. Esto lo debe saber el votante del PP. Nosotros con el PSOE no queremos ir a ningún sitio”, ha asegurado. La problemática, ha añadido, se viene agudizando desde que su partido presentase la fracasada moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
Sin embargo, esta no es la primera ocasión en la que los desencuentros entre PP y Vox se hacen patentes. Tanto es así que los enfrentamientos han venido agudizándose desde la polémica presupuestaria a finales de 2022. A este respecto se ha referido también la candidata de Vox, quien ha puesto el foco en el apoyo de su partido para la aprobación de hasta 26 nuevas normas. En la misma línea, ha resaltado que únicamente se han opuesto a siete leyes, mientras que los populares "se han posicionado en contra de un total de 34 iniciativas de este grupo”.
En un escenario de gran tensión, la pregunta que cabe hacerse ahora es qué ocurrirá a partir del próximo 29 de mayo, una vez se conozcan los resultados de las elecciones a escala regional y municipal. “Nosotros nunca hemos tenido ningún problema en sentarnos a hablar con Ayuso. Son ellos los que no se han querido sentar con nosotros. ¿Cómo puede ser que ordenen pactar con el PSOE en lugar de hacerlo con Vox?”, ha insistido la mandataria.