La relación pública entre la presidenta de Madrid y Rocío Monasterio sigue sin pasar por su mejor momento. Durante las últimas tres semanas, el tono de Isabel Díaz Ayuso en sus respuestas parlamentarias a Vox, su socio preferente, ha sido agrio y rotundo. Las negocicaciones entre ambas formaciones para aprobar los Presupuestos regionales de 2023 no consiguen apaciguar los enfrentamientos dialécticos entre ambas políticas, que dedican sus intervenciones a lanzarse reproches de forma mutua.
Por un lado, Monasterio insiste en su exigencia sobre la reducción del gasto "político ineficaz" para poder dedicar ese dinero, que cifra en unos 72 millones de euros, en cuestiones como la contratación de sanitarios para cubrir el personal necesario en los 80 centros de Atención Primaria que ofrecen servicios de urgencias extrahospitalarias. La partida a la que se refiere es la de "campañas de promoción", un concepto que engloba acciones informativas y de sensibilización sobre asuntos como la trata de personas, la igualdad, las drogas o la peligrosidad de las bandas juveniles violentas. Aquí, también ha reivindicado el fin de las subvenciones para los sindicatos y las patronales, una de sus últimas propuestas en este sentido: "Deje de regar a los sindicatos de la hoz y el martillo".
Estos reproches no han gustado un ápice en la bancada popular. De hecho, Isabel Díaz Ayuso ha defendido la validez de estas "campañas de promoción" alegando que no son sobre ella sino sobre asuntos sociales y de seguridad de gran importancia; sobre los sindicatos, ha definido la propuesta como una "brocha gorda" sin mucho sentido. En este punto es donde la dirigente ha ironizado sobre la postura política que a su juicio mantiene su socio preferente. "Es muy fácil ser de Vox: la gran perfección no hacer nada y criticarlo todo", ha lanzado.
Según sus palabras, Vox intenta "soplar y sorber", en referencia metafórica a su posición política. Considera Díaz Ayuso que el partido que en Madrid lidera Monasterio incurre en una serie de contradicciones, como la de "aliarse" con la "izquierda cada vez que tiene la oportunidad". En este punto, le ha preguntado si se va a poner "a la cabeza de las Mareas Blancas" cuando nunca en la Comunidad de Madrid ha habido "tantos sanitarios y mejor pagados".
Esta tensa relación pública circula en paralelo a las conversaciones "técnicas" que el equipo del consejero de Economía, Hacienda y Empleo mantiene con Vox, para acordar su apoyo o su abstención a las cuentas regionales para 2023 que pretende aprobar el Gobierno regional en la Asamblea de Madrid a finales de diciembre.