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Las acuarelas intimistas de Emilia Pérez Román vibran en el Centro Cultural Carril del Conde del distrito de Hortaleza
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Las acuarelas intimistas de Emilia Pérez Román vibran en el Centro Cultural Carril del Conde del distrito de Hortaleza (Foto: Pepe Brias)

Las acuarelas intimistas de Emilia Pérez Román vibran en el Centro Cultural Carril del Conde del distrito de Hortaleza

domingo 21 de febrero de 2021, 14:16h

Madridiario ha visitado la muestra y ha podido contemplar en exclusiva las 40 obras que componen esta exposición de piezas realizadas la mayoría de ellas durante el confinamiento a las que la autora ha añadido otras que nos muestran su dilatada y diversa carrera artística. Emilia Pérez Román “Mili”, madrileña lleva más de medio siglo utilizando la acuarela para mostrar sus sentimientos, emociones e inquietudes.

Emilia Pérez nos relata su acercamiento a esta técnica “hace 50 años empecé y me aficioné a la acuarela porque hacía arquitectura de interiores y todos los proyectos de casas e interiorismo, como no había ordenadores, se hacían en acuarela ya que era lo más rápido y lo más fluido. Posteriormente hubo un intervalo que lo dejé y practiqué todas las técnicas. Me gustó el óleo, que me sigue gustando, el pastel, la sanguina, pero a mí en realidad lo que me hace vibrar es la acuarela”.

Para mejorarla Emilia nos muestra su secreto: “Practicar, practicar a diario y adquirir soltura porque la acuarela es eso mucha soltura, jugar mucho con el agua, mucha práctica porque cuentan los pigmentos y el agua, entonces tienes que luchar ahí con la humedad, con que se seca, con la cantidad de agua, con el papel de algodón que es fundamental. Esa especie de lucha y de tensión que tiene la acuarela me encantó y luego la frescura que da la transparencia, que no veo con el óleo”.

Como casi todos los acuarelistas Mili nos muestra que la clave es el agua, no sólo el pincel, no sólo la técnica sino el agua y además nos presenta las principales cualidades de la acuarela: frescura y transparencia. “la acuarela es única porque no puedes rectificar, como en el óleo que puedes volver a pintar encima, tienes que ir sobre la marcha, tienes que ir rápido, si el agua se te va secando tienes que echar corriendo agua, si metes un pigmento que está mal tienes que tener mucha destreza, mucha habilidad para rectificarlo, sino te has cargado la acuarela”. Esta es la explicación de la gran dificultad de esta técnica, difícil como todas las técnicas en pintura, que goza de una enorme espontaneidad. El resultado depende del grado de humedad del papel, del agua que marca los tiempos en cada obra, la cantidad de color aplicado con el pincel y por supuesto del conocimiento y la sabiduría del artista que consigue que las obras sean únicas. Que nunca se repita una acuarela.

Emilia nos confiesa que el confinamiento le ha permitido dedicar muchas horas a pintar, volver a retomar con fuerza la acuarela y experimentar en concreto con el retrato, que había hecho poco y que me está fascinando. La mayor parte de las obras expuestas han sido creadas durante estos meses. Nos cuenta que la base para hacer un retrato ha de ser una buena fotografía: “la fotografía me tiene que hacer vibrar, cuando veo una fotografía y se me tira a la cara, tienes que notar algo, te trasmite algo, me apetece pintarla.Cuando veo una foto de un retrato, una cara, una mirada, una expresión, algo que identifica a la persona, entonces la tengo que hacer”.

Autodidacta, enamorada del dibujo y la pintura, Emilia fue alumna de Manuel Martínez Lamadrid, uno de los mejores acuarelistas españoles y posteriormente de su mujer Mari Carmen Vera Callejo que le trasmitieron las enseñanzas y la pasión por esta técnica pictórica; desde los años noventa, lleva presentando su obra a certámenes, concursos, premios y exposiciones de acuarelas.

Mili destaca en su obra la precisión de la pincelada y el cuidado de la técnica que embellecen su pintura, recoge e interpreta las diversas atmósferas que los paisajes ofrecen y refleja una gran sensibilidad en el juego de colores dispuestos en un lenguaje pictórico claro y certero. Mención especial se merecen los paisajes “cuando viajo intento traerme todo lo que puedo, hago fotos continuamente, todo lo que inspira”. Igualmente explora en la representación de bodegones, que plasma objetos cotidianos con un realismo que va más allá de los límites del marco y que embelesan y embriagan en la contemplación.

Para finalizar el recorrido por esta exposición tenemos que mostrar que Emilia ha incorporado a su obra los retratos infantiles, de adultos e incluso los retratos con mascotas. Temática nueva que ha decidido indagar, durante el confinamiento, con el juego de los pinceles por las poses espontáneas y los rostros inocentes de los niños y adultos. “He descubierto que me gusta mucho el retrato, captar las miradas, los sentimiento de la persona, las expresiones…”

¡¡¡El resultado, a la vista está, no te la pierdas!!!

La exposición se puede visitar hasta el 28 de Febrero en horario de 9:00 a 14:00 horas y de 15:00 a 22:00 horas.

ENLACES CENTRO CULTURAL

https://www.madridcultura.es/entidad/212/centro-cultural-carril-del-conde-hortaleza

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