Rosalía ha cerrado este martes su gira 'El Mal Querer' con un concierto que ha levantado a todos los presentes en el Wizink Center de Madrid. Ante 15.000 fans y después de hacer doblete en Barcelona, Rosalía ha arrancado su espectáculo con 'Pienso en tu mirá', la primera pieza de una velada con una veintena de temas.
En trece meses Rosalía ha pasado de ser una promesa relativamente oculta a la más absoluta omnipresencia. Ha pasado, poco más o menos, de ser Rosalía Vila Tobella (San Esteban de Sasroviras, Barcelona, 1993) a ser Rosalía de España. Y como tal se ha presentado en la noche de este miércoles ante 15.000 fans en un abarrotado WiZink Center, tras hacer doblete en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Con una puesta en escena en realidad sencilla, Rosalía se lo juega todo a su propio carisma escénico, convenientemente multiplicado por los palmeros, las coristas y ese expresivo y eficaz cuerpo de baile que apuntala cada estrofa y cada base lanzada desde un extremo por El Guincho. Y la fórmula revienta en el maquinero 'A palé', el más reciente sencillo de la catalana en un año repleto de sencillos que han alargado la vida de 'El mal querer' y han ido abriendo la propuesta a ritmos urbanos y más electrónicos.
Las entradas para sus conciertos de Barcelona y Madrid, con los que cierra la etapa de 'El mal querer', prácticamente se evaporaron en un pestañeo -para aparecer muchas acto seguido en páginas de reventa por mucho más dinero-. Diríase que la expectación no era artificial, sino más bien literal. Y a tenor de los aullidos de los suyos cuando apareció sobre el escenario del Palacio de los Deportes, dicha expectación está justificada y se queda corta.