Quedan menos de dos meses para que las candidaturas que quieran concurrir a los comicios municipales del próximo 26 de mayo
deban hacerse oficiales. Esto supone que, visto el tablero político, las únicas fuerzas que deben ir a contrarreloj son las que pretenden darle la batalla a la alcaldesa Manuela Carmena
por la izquierda. Con
Más Madrid y
PSOE en
plenas primarias y con
Ciudadanos y
PP ya decididos, es el turno de
Izquierda Unida, que quedó fuera de la plataforma de la regidora,
Anticapitalistas y
Bancada Municipalista.
Sin embargo, estas organizaciones se muestran tranquilas, pues, tal y como explican fuentes cercanas a la negociación a este diario, el acuerdo está
asegurado "al 99 por ciento". El pasado sábado se produjo un
encuentro en el que se avanzó "muchísimo" en la futurible coalición cuyas principales líneas detallaron en una rueda de prensa este miércoles el concejal díscolo de Ahora Madrid,
Pablo Carmona, y la portavoz de Bancada,
Susana Albarrán.En cuanto a fechas, el edil anunció que
repetirían el proceso de conformación de Ahora Madrid. Esto supone que el
10 de abril deberán estar celebradas las primarias y perfilado el programa, que se realizará
en asambleas a raíz de unas propuestas básicas que pasan por el
rechazo a la Operación Chamartín, la aplicación de la ley de
expropiación o seguir procesos de
remunicipalización de servicios públicos y
descentralización de competencias municipales.
Todo ello, en consecuencia del manifiesto '
Por una alianza rebelde en Madrid', firmado por hasta 600 personas y que contempla también "reorientar el rumbo político de la ciudad" y abrir un proceso "municipalista
que no renuncie a nada". "La Bancada considera necesario pensar una opción que sea capaz de pararle los pies a las élites económicas y financieras que gestionan y planifican la ciudad", puntualizó Carmona.
En este sentido, el único punto de fricción entre las tres formaciones es el
método de primarias. Mientras la Bancada apuesta por un
sistema 'Dowdall', seguido por Ahora Madrid en 2015, en una lista sin nombres predeterminados y totalmente abierta, IU quiere seguir un proceso que respete el orden establecido por sus bases en unas elecciones internas
celebradas hace meses. Eso sí, nadie duda de que se vaya a llegar a un acuerdo, pues los 'anticapis'
están mediando para ello y los ánimos son proclives. Por su parte, esta formación sí ha avanzado a
Madridiario que elegirán a las personas que participarán en las primarias bajo su paraguas "
en base a un reglamento interno".
Respecto a los nombres que podrían poblar la lista, lo natural es que perfiles como
Rommy Arce, Pablo Carmona o
Mauricio Valiente, todos con experiencia de gestión municipal, repitan. No obstante, se desconoce si alguno de ellos liderará la candidatura o si se optará por alguien independiente. Para este fin, la activista
Yayo Herrero ha sido descartada.
Más allá de una plataforma electoralCon todo, el verdadero reto que tendrá la formación será
superar la barrera electoral del 5 por ciento en la ciudad de Madrid. En la cabeza de quien la forma aún resuenan los 130.000 votos que cosechó IU en las autonómicas de 2015 que, sin embargo, no sirvieron para nada al
no exceder ese umbral.
Eso sí, confían en movilizar a un amplio electorado que les haga contar con presencia en el Pleno del Palacio de Cibeles. "Es posible activar a un sector desilusionado,
unas 150.000 personas, que calculamos que se pueden ir a la abstención", explicó la portavoz de Bancada ayer. En ese caso, tendrían el poder absoluto para poder entrar en el Gobierno de Carmena -si suman- o
apoyar ciertas decisiones desde fuera, que es por lo que se inclinan desde Anticapitalistas. Cualquiera de esas dos decisiones deberían ser votadas en una consulta pública "real".
Si eso no ocurriera, las intenciones de la Bancada pasan por
continuar organizándose como movimiento, a diferencia de Ahora Madrid. Consigan representación o no, esa especie de partido contará con un código ético estricto que
prohíba "destruir" la candidatura. En este sentido, se plantea la posibilidad de que los concejales deban someterse a la revalidación de las bases
dos años después de ser elegidos, no cobrar dietas por asistencias a reuniones que no sean fuera de Madrid y rendir cuentas ante una Comisión de Garantías y las asambleas abiertas.