El Ayuntamiento de Madrid estudia aplicar "a medio plazo" un protocolo de actuación que consiga reducir los asientos vacíos en los espectáculos a los que se puede acceder con el Bono Cultural Joven (JOBO). La alcaldesa, Manuela Carmena, ha reconocido que "en algún momento" se han contabilizado entre un 20 o un 25 por ciento de huecos sin llenar. La idea es que los beneficiarios deban recoger la entrada en taquilla media hora antes de que comience la función.
A finales de 2017, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la portavoz socialista en el Consistorio, Purificación Causapié, presentaron la puesta en marcha del JOBO, el abono joven cultural que permite acceder a los teatros municipales al grupo de edad comprendido entre los 16 y los 26 años.
Con un potencial de más de 300.000 personas, se puso en marcha con el objetivo de alcanzar los 30.000 inscritos, una cifra que se ha superado en su primer año completo hasta casi llegar a los 38.000 -en un primer momento se pedía el empadronamiento y luego se eliminó ese requisito-. "Un extraordinario éxito", según la regidora, que ha valorado el funcionamiento de la medida socialista en la Comisión de Cultura y Deporte.
Tal y como ha desgranado Carmena, la media supone unas 1.000 asistencias a centros culturales a la semana y tal es su acogida que ya se está intentando replicar en Francia. Además, ha incidido en la gran recaudación para teatros como el Español o el Conde Duque, que ha superado el millón de euros.
Por contra, la concejala del PP, Isabel Martínez-Cubells, ha señalado un panorama mucho más perturbador. Según los datos que ha expuesto, exclusivamente 10.200 usuarios han pedido entradas alguna vez en 2018. De ellos, una quinta parte -3.537- lo ha realizado tan solo una vez en todo el curso.
Además, ha señalado el particular caso de cuatro usuarios que, a diferencia del esto, han llegado a solicitar 150 billetes cada uno, lo que supone que han acudido gratis a un espectáculo cuatro días cada semana. "El contribuyente ha pagado al año 10.000 euros por ellos. ¿Hay alguien controlando que es el propio beneficiario quien entra a la obra? Es necesario que cambie el funcionamiento", ha espetado.
Sin embargo, para la alcaldesa, el único inconveniente que registra el abono son los asientos vacíos. "En algún momento determinado", el Consistorio ha detectado un 25 por ciento de no asistencia. Ese porcentaje se ha reducido al limitar el tiempo de disponibilidad de los tickets y el Ayuntamiento quiere insistir en ello. Por eso, Carmena ha anunciado que "a medio plazo" prevé instalar un protocolo que obligue a los usuarios a retirar las entradas media hora antes de la función para sacar las demás a la venta general.