El cantante italiano nacido en Comiso es uno de los clásicos de la música, no en vano su trayectoria ya se cuenta por décadas. Y los conciertos de Salvatore Adamo, un veterano inasequible al desaliento, se convierten en templo mítico en los que de manera invariable recibe las muestras de afecto de su público, rendido a las elegantes maneras de un cantante que sigue en la brecha más de medio siglo después de sus inicios y para el que no parece que pase el tiempo.
Con un total de composiciones que superan el medio millar, más las que todavía es seguro que vaya a dar a luz, y uniendo en su repertorio baladas de acusado romanticismo con temas extrovertidos, que recuerdan que la edad no tiene porque diluir el espíritu juvenil de la era de los guateques, Adamo enhebra unas actuaciones en las que hace gala de un sentido del humor y de unas dotes de ‘entertainer’ que convierten sus espectáculos en mucho más que una sucesión de canciones clásicas.