Raimund Hogue, el singular bailarín, en teatros del Canal

Es difícil definir o describir lo que hace este artista en el escenario. Sus primeros trabajos fueron para en el periodismo alemán pero su encuentro con Pina Bausch le permitió convertirse en un personaje de culto. Para Pina estuvo trabajando como dramaturgo entre 1980 y 1990. Después estrenaría sus propias piezas de teatro en las que intervenía como actor y bailarín. Siempre fue consciente de que sus problemas físicos iban a llamar la atención sobre un escenario pero su apuesta fue por salirse del estereotipo de bailarines hermosos y de cuerpos perfectos. Así se convirtió en un artista único.

Lettere amorose fue un trabajo unipersonal creado en 1999 pero que sigue vigente porque habla sobre el drama de la inmigración, con la base de las cartas que hallaron a dos adolescentes africanos escondidos en el ala de un avión. Sobre el escenario está solamente Raimund con el fondo musical de temas franceses y anglosajones. Su menuda figura transita de un lado a otro construyendo sugerentes imágenes que ilustran sus cartas.

La valse, con la partitura de Ravel, juega con las emociones más que con la danza. Hogue está acompañado en esta pieza por otros bailarines que intentan evocar la ilusión suicida que mueve al inmigrante a lanzarse al mar.

Lettere amorose se representa los días 24 y 25 de octubre y La Valse los días 27 y 28, siempre en la sala Negra de los teatros del Canal.