Semana de audiciones para los futuros musicales de la cartelera madrileña. El próximo 4 de octubre se estrenará en el Teatro Coliseum Anastasia.
La productora del musical Anastasia ultima estos días en Madrid la selección del elenco, que contará con treinta artistas. Desde hace unos días Darko Tresnjak, el director del montaje en Broadway, supervisa las pruebas de cantantes y bailarines. A esta selección han llegado algo menos de 100 aspirantes que han ido superando sucesivas convocatorias. En estas pruebas también está presente Peggy Hickey, la coreógrafa de la producción original. Anastasia se estrenó en Nueva York hace un año y Madrid será la primera capital de Europa donde se estrenará.

La historia de Anastasia, la hija de zar Nicolás II supuesta superviviente de la revolución bolchevique, fascinó durante el siglo XX a numerosos creadores. En 1953 Viveca Lindfords protagonizó un montaje teatral escrito por Marcelle Maurette. Sobre esta ficción teatral, y el personaje de Anna Andersen, en 1956 Anatole Litvak filmó una versión cinematográfica con Ingrid Bergman como protagonista. El papel le permitió ganar una Oscar.
El mundo de la animación también se inspiró en esta historia y en año 1997 la Fox rodó una película de animación con numerosos temas musicales. Esta versión tiene como protagonista a Anya, una joven amnésica que busca a su familia. Cae en las garras de unos estafadores que buscan a una chica que puedan hacer pasar por la hija de los Romanov. Metida en ese engranaje, la historia va dando un giro cuando la joven impostora va reconociendo objetos y hechos. ¿Y si ella es realmente Anastasia?
El libro del musical fue escrito por el veterano
Terrence McNally, autor de
Amor, coraje y compasión; Master class; El beso de la mujer araña o la ópera
Dean man walking. Las letras y partituras son de
Lynn Ahrens y
Stephen Flaherty. Ellos han compuesto más canciones, además de las más populares de la película animada, para la traslación a los escenarios. El musical
Anastasia requiere una lujosa producción con escenarios que trasladan al espectador desde la Rusia zarista al brillante París de los años 20.