El pasado lunes, 12 de febrero, dejó de dar señales de vida Joel Acosta Ruiz, residente de Getafe y desaparecido en Campo Real, a donde iba a trabajar. Según ha informado un familiar a Madridiario, el joven fue a un taller de mecánica clandestino, el mismo día por la mañana. Al no tener vehículo propio, un compañero le recogió en la estación de El Casar, y ambos fueron juntos hasta Campo Real.
Lo último que se sabe de él es lo comunicado por una amiga que tiene en Málaga -donde vive su madre en la actualidad- que habló con él por teléfono el mismo día de su desaparición. Mantuvieron una conversación normal donde el joven comentó que “esperaba llegar a casa a las 23.30 horas”.
Por otro lado, el padre del desaparecido -que vive en Illescas- recibió una extraña llamada de un desconocido que decía tener a su hijo retenido en Suecia, hecho al que ni los familiares ni la Policía Nacional, encargada de la investigación, dan credibilidad.
Según ha podido saber Madridiario, el joven tenía una relación con una mujer rumana residente en Campo Real, con la que los familiares no han podido contactar, ya que tiene el móvil apagado -al igual que el desaparecido-.
El joven mide 1’75 metros de estatura, tiene el pelo moreno, marcas faciales de haber tenido acné y tiene tatuado en el lado derecho del tronco una mesa de mezclas en negro, según los datos proporcionados por SOS Desaparecidos.
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