Una mezcla explosiva de jazz de vanguardia

Dos son los grandes guitarristas del jazz contemporáneo. Uno de ellos, bien conocido en este festival, John Scofield; el otro, Bill Frisell.

Frisell nació en Baltimore hace 66 años, y debutó al lado de maestros como Jim Hall, Carla Bley o Mike Mantler. Desde entonces, es uno de los músicos más reclamados por gentes como Charles Lloyd, John Zorn, Ry Cooder y -cuando vivían- Charlie Haden o Paul Motian.

Frisell es un experto usuario del pedal steel guitar (dispositivo electrónico que emula la sonoridad del bottleneck, o cuello de botella que los bluesmen de Mississippi deslizan sobre el mástil de sus guitarras buscando una nota continua), y sus formaciones son la quintaesencia de su compromiso. No es otro que abanderar una atractiva mezcla de jazz aventurero, sugerentes cadencias de bluegrass y atmósferas sonoras próximas a la vanguardia neoyorquina.

Al frente de su proyecto Strings Quartet.

Un sugerente preparado musical que hace paradas de refresco en el bebop, rebusca en la especiería del blues, frecuenta las opciones secundarias de la libreimprovisación, y localiza término de ruta en el country y el jazz de avanzada. Jazz soberbio. De fácil pegada popular, pero, también, de irrebatible solvencia para el público más exigente.