A la hora de alimentarnos es importante disfrutar de una buena variedad de alimentos, pero por supuesto es esencial preocuparnos por nuestra salud, y para ello, puede ser interesante optar por una dieta como la alcalina.
La dieta alcalina es una alternativa que puede ofrecer algunos beneficios interesantes con respecto a otras dietas a las que posiblemente estemos más habituados, de manera que vamos a analizar algunas de sus particularidades para estudiar la posibilidad de añadirla en nuestro día a día.

Qué es la dieta alcalina
En primer lugar vamos a definir la dieta alcalina como un tipo de dieta que tiene como objetivo optar por una dieta con un pH más elevado en base a que la sangre de nuestro organismo tiene un pH alcalino, de manera que considera que la dieta se debe adaptar a dicho pH con el objetivo de evitar las enfermedades derivadas de la acidez.
Antes de nada es importante tener en cuenta que se trata de una dieta generalmente promovida por la medicina alternativa debido a que no cuenta con estudios científicos que realmente apoyen estos beneficios, pero por su parte hay numerosos grupos que consideran que verdaderamente tiene un objetivo curativo y que es efectiva, razón por la cual la decisión de adoptar o no una dieta alcalina dependerá de cada uno de nosotros.
Eso si, siempre es esencial que, cuando decidamos cambiar de dieta, mantengamos un control médico de manera que sepamos en todo momento nuestro estado de salud, ya que lo esencial en estos casos es garantizar precisamente que nuestro cuerpo mejore en todos los sentidos.
De qué nos protege la dieta alcalina
De igual manera, aunque no exista evidencia científica que demuestre que verdaderamente la dieta alcalina nos protege de enfermedades, sus seguidores consideran que es una forma ideal de evitar infecciones en la zona del tracto urinario así como los cálculos renales. Cabe destacar que durante décadas se ha tenido en cuenta los beneficios que aporta en este sentido, de manera que en ocasiones puede ser muy recomendada para aquellas personas que padecen este tipo de problema, ya que aumentando el pH de la orina se puede reducir.
Otros de los aspectos a destacar es el hecho de que dichos seguidores también consideran que es una forma fantástica de prevenir e incluso curar algunas enfermedades como es el cáncer, enfermedades relacionadas con nuestro corazón a la vez que también nos aporta una mayor energía y evita gran diversidad de otras enfermedades de menor calado.
Las precauciones a tener en cuenta
Como hemos comentado previamente, al no existir una evidencia científica que demuestre que realmente la dieta alcalina supone una mejora para nuestra salud, es esencial que contactemos con nuestro médico de confianza para establecer un control médico rutinario que permita observar que consumimos todos los nutrientes necesarios.
Siempre es importante tener en cuenta los beneficios de una dieta alcalina, pero es imprescindible que estemos totalmente convencidos de que llevamos una dieta equilibrada para que no se presente ningún tipo de carencia de nutrientes, de manera que podremos mejorar nuestro estado de salud y sobre todo disfrutar de toda la energía que nos permita rendir al máximo en nuestro día a día.
Y siempre debemos tener claro que lo importante es nuestra salud, y todo aquello que pueda aportar un beneficio debe ser incluido, de manera que es esencial que tengamos en cuenta que una alimentación adecuada y equilibrada será la solución para prevenir cualquier tipo de enfermedad y para garantizar que nuestro cuerpo puede recuperarse y adaptarse a cualquier tipo de situación.
Así que no tenéis más que analizar todas las posibilidades y siempre optar por una dieta correcta, ya que en ocasiones se comete el error de por ejemplo optar por una dieta como la alcalina pero no hacerlo de la forma conveniente, de manera que lo que estamos haciendo es perjudicarnos en lugar de conseguir ese beneficio saludable que estamos buscando.
Los alimentos imprescindibles para una dieta alcalina
Para conseguir que esta dieta sea equilibrada, deberemos consumir todos o la gran mayoría de los alimentos que nos van a ayudar a aumentar el pH y aportarán también todos los nutrientes necesarios con lo que disfrutaremos de una dieta adecuada.
En cuanto a los alimentos alcalinizantes podemos destacar las verduras como la alfalfa, el brócoli, la col, hierba de cebada, la remolacha (sólo las hojas), la coliflor, el apio, la zanahoria, las judías verdes, el pepino, los dientes de León, las flores comestibles, el ajo, las verduras fermentadas, la berenjena, las judías verdes, la col rizada, la lechuga, el colinabo, los hongos, las cebollas, la pimienta, las hojas de mostaza, la calabaza, los rábanos, el nabo sueco, las espinacas, los brotes, la verdura del mar, la spirulina, los tomates, la hierba de trigo, la ortiga, la batata, etcétera.
En el campo de las frutas alcalinizantes podremos disfrutar de los fantásticos beneficios de la manzana, el aguacate, el albaricoque, las bayas, el plátano, las frutas rojas, las cerezas ácidas, el coco, las uvas y las uvas pasas, el melón, el limón, el pomelo, los melones, la naranja, el melocotón, la pera, la piña, las frambuesas, las fresas, la mandarina, las frutas tropicales, la sandía, la lima, etcétera.
Por otra parte también vamos a poder consumir almendras, castañas, como edulcorante utilizaremos la Stevia, y también podremos optar por algunas especias como el jengibre, el curry, la canela, el chile, la mostaza y el tamari.
Y para terminar el listado, también deberemos incluir agua alcalina antioxidante, polen de abeja, agua mineral, zumos naturales producidos con frutas y verduras alcalinizantes, brotes de soja, brotes de alfalfa, vinagre de sidra de manzana y deberemos asegurarnos de añadir calcio, cesio, potasio, magnesio y sodio.
Como podemos observar, una dieta alcalina es una dieta muy completa que, siempre que optemos por consumir una buena variedad de alimentos, podremos disfrutar de los beneficios que nos aporte sin por ello arriesgar en ningún sentido nuestra salud, por lo que os recomendamos que la probéis si estáis buscando alternativas saludables.