El informe presentado consta de dos partes: la "desigualdad laboral que sufre la mujer trabajadora" y el reclamo de una transición "saludable, segura y digna" hacia la jubilación. Huertas destaca que Madrid tiene un índice de incidencia "bajo" pero que deja "patente" la brecha de género en los accidentes laborales.
La cifra de siniestrabilidad de las mujeres es menor que la de los hombres pero, en cambio, la cifra de "enfermedades laborales" (enfermedades que se sobrevienen de la actividad laboral) es mucho mayor, alcanzando una diferencia de "hasta 1.000 casos más". "Nos damos cuenta de que hay un descuido en el cuidado de la enfermedad profesional, sobretodo en las mujeres, y esto se debe a la mascunilización de los diferentes sectores, la segregación laboral y la carga de trabajo familiar que aún hoy soportan", explica Huertas.
Respecto a los trabajadores mayores de 55 años, la secretaria de Salud Laboral afirma que en este grupo existe "miedo a perder el trabajo", algo que provoca riesgos psicosociales, "inclusive patologías no traumáticas como ictus, infartos y derrames cerebrales". El sindicato denuncia que el miedo a perder al empleo "aumenta más cada año", pasando de un 13,8 por ciento en 2007 a un 37,9 en 2011. Para paliar esta situación, UGT propone una evaluación de cada caso para alcanzar "la mejor solución" como, por ejemplo, convertir a personas "con dilatada experiencia" en "formadores para los jóvenes que entran en la empresa".
En definitiva, la conclusión que extrae el sindicato es que, pese a que la situación de siniestrabilidad "no es alarmante", no se conforman: "con este informe queremos dar a conocer, mediante cifras, una realidad que existe y que queremos que se tenga en cuenta a la hora de elaborar el Plan Director de Prevención de Riesgos Laborales 2017-2020".