La estrategia, que se ha elaborado con las aportaciones de ONG y expertos, incluye 135 medidas. Entre ellas, una tarjeta social que supondrá "un antes y después" en la prestación de servicios sociales, según ha explicado el consejero Carlos Izquierdo. Esta tarjeta, a la que tendrán acceso también las personas sin papeles, trata de hacer más eficaz la gestión y evitar duplicidades, además de concretar derechos y crear un expediente único social. "Va a identificar derechos, hasta ahora lo que teníamos eran gratificaciones, dependían de la buena voluntad de las administraciones y queremos acabar con eso, que las personas tengan una serie de derechos y las administraciones cumplan con ellos", ha explicado Izquierdo.
Aún no hay fecha para su creación, pues antes se tiene que acordar con los ayuntamientos y hacer compatibles todas las bases de datos de entidades públicas y ONG que atienden a estos colectivos. Madrid es la primera comunidad en impulsar una tarjeta social.
La Comunidad también pondrá en marcha microcréditos para emprender dirigidos a personas en exclusión social con presupuesto procedente del Fondo Social Europeo. Otras medidas consisten en inclusión de cláusulas sociales para contratar a estos colectivos en los contratos públicos del Gobierno regional, un plan contra el chabolismo, programas de inserción laboral para beneficiarios de la renta mínima de inserción, para la que se mejorarán los plazos de adjuciación y requisitos. Incluye, asimismo, las resoluciones aprobadas por la Asamblea regional durante el pleno monógrafico de pobreza celebrado.
Además, la Comunidad publicará la Carta de Derechos Sociales, en la que se recogerán todas las prestaciones disponibles en la Comunidad de Madrid. La estrategia supondrá modificar algunas leyes, como la ley de servicios sociales o la de la renta mínima de inserción.
El consejero ha indicado que no conocen con exactitud el número de personas a las que llegará la estrategia, debido a la disparidad de datos, pero sí ha destacado que los perfiles de personas en exclusión social están claros. Los que más riesgo corren son las mujeres en familias monoparentales, la población gitana, las personas sin hogar, la población inmigrante y segundas generaciones, y algunas zonas territoriales concretas.