El 'modus operandi' utilizado por los detenidos era siempre el mismo, forzaban con picos y mazas las entradas de los locales de los bancos y una vez en su interior, y con las mismas herramientas, arrancaban de sus anclajes los cajeros automáticos. En el robo consumado, los autores consiguieron sustraer un dispensador con 12.800 euros. En el resto de las ocasiones, su acción se vio frustrada por la rápida llegada al lugar de varias dotaciones policiales que impidieron el hecho delictivo.
Los arrestados usaban siempre vehículos de alta gama, previamente sustraídos, a los que doblaban las placas. Estos coches también eran utilizados para embestir a los agentes en caso de que no pudieran escapar.
Robos en centros comerciales
Además de las sucursales bancarias, los arrestados también cometieron varios robos en tiendas de telefonía situadas en el interior de centros comerciales en los que, tras forzar el acceso principal, recorrían las galerías hasta llegar al local donde consumaban el robo. En una de sus acciones lograron sustraer material telefónico por valor de 71.000 euros.
Los agentes determinaron que el grupo tenía una intensa actividad criminal, llegando a cometer dos robos por noche o durante tres madrugadas consecutivas. Tras el análisis de todos los ilícitos penales, iniciaron un amplio dispositivo nocturno en las franjas horarias y en las posibles zonas de actuación del grupo criminal.
Tras numerosas gestiones, los investigadores localizaron a los tres implicados en los robos y fueron detenidos. Todos ellos son conocidos por los investigadores por su participación en hechos similares.
Posteriormente, los policías registraron el domicilio y el garaje de uno de los detenidos así como tres vehículos implicados en los hechos. En total, los agentes localizaron numerosas herramientas que los arrestados utilizaban para cometer los robos, como cizallas o destornilladores, así como multitud de prendas que portaban en la comisión de los robos, como guantes, gorras o pasamontañas.
Además, se localizó una llave clonada que correspondía a uno de los vehículos sustraídos y utilizado para la perpetración de los robos con fuerza. Durante todo el operativo, los agentes han recuperado cinco vehículos sustraídos que ya han sido restituidos a sus legítimos dueños.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.