Un auxiliar de Kontrol 34 ha reconocido durante el juicio de Madrid Arena que recibió varios avisos por el pinganillo acerca del exceso de gente en la pista. Segun declaró, notó que iba a pasar "algo grave".
Robert S. ha sido el primer empleado de Kontrol 34 que reconoce que en la fiesta de Madrid Arena había un sistema de comunicación interno. "Noté que iba a pasar algo, que iba a morir gente incluso. Estaba lleno. Se me venían encima y tuve que poner una valla", declaró esta mañana en la sesión de la Audiencia Provincial de Madrid.
Según relató, varios empleados se enteraron de lo que estaba pasando a través de los pinganillos que les ofreció la empresa y acudieron a socorrer a las víctimas. "A partir de las dos y media o tres la sala estaba desbordada. Dos veces me dijeron que fuera a echar una mano porque parecía que eso no era normal". "Se les estaba yendo de las manos", declaraba.
Robert. S, al igual que otro de sus compañeros, ha declarado que no sabían dónde se encontraba la enfermería ya que la organización no les informó de ello durante la reunión previa a la fiesta donde recibieron las instrucciones correspondientes.
Según se ha dado a conocer en el juicio, los empleados de la empresa privada Seguriber, responsable de seguridad en la sala, tampoco sabían dónde se encontraban las salidas de emergencia. Asimismo las acusaciones particulares pretenden demostrar que que el personal de Kontrol 34 se dedicó a más tareas de las que les correspondían en principio.
Una vez conluida la sesión, María José Siñeriz, abogada de la familia de Cristina Arce, ha señalado que en la lista de empleados que aportó Miguel Ángel Flores no coincide la gente que aparece respecto a los que trabajaron esa noche.
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