El pasado viernes Aguirre acudió a comparecer a la comisión de investigación sobre corrupción política en la Asamblea de Madrid, para hablar sobre la actividad de la Agencia de Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid (ICM). Además de mostrar su confianza en dos exconsejeros de la Comunidad, Lucía Figar y Salvador Victoria, investigados en el marco de la trama Púnica, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid aseguró que no había habido financiación ilegal, que ella supiera.
Los últimos acontecimientos e informaciones acerca del partido y esa supuesta financiación irregular le han hecho cambiar de parecer. En ese sentido, ha destacado los nuevos datos sobre la imputación de Francisco Granados, en prisión desde octubre de 2014. Aguirre entiende que si un juez le mantiene en prisión durante tanto tiempo y con información bajo secreto de sumario es porque "algo debe de haber".
Ese ha sido uno de los detonantes que han llevado a la concejala popular a tomar la decisión de dimitir en su cargo como presidenta del partido, aunque continuará como portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid. "Asumo mi responsabilidad política porque yo puse a Granados en su cargo", ha dicho. A su juicio, hasta ahora las imputaciones de Granados se correspondían a la época en la que era solo alcalde de Valdemoro. "Ahora parece ser que sí afecta a la etapa en la que yo era secretaria general del Partido Popular de Madrid y por tanto debo dimitir", ha añadido.
Aguirre reitera, no obstante, su inocencia e insiste en que ella "no se ha llevado ni un duro". Destaca que desde que ocupó el cargo "nunca" me he encargado "de las cuestiones económicas porque ya había 4 personas dedicadas a ello". Reconoce, sin embargo, que "tal vez" debería "haber vigilado más" pero también incide en que, de haberse ocupado, "a lo mejor habría desatendido otras cuestiones que en ese momento me parecían más importantes".
Por último, Aguirre ha aseverado que la corrupción "nos está matando a todos, no sólo a los partidos". A su juicio, las noticias de corrupción que aparecen cada día en los medios dejan claro que "no sólo llueve sobre mojado, sino sobre una inundación. La gente no quiere más eso. Y por eso yo dimito. La gente quiere gestos y por eso asumo mi responsabilidad política 'in eligendo' e 'in vigilando' aunque yo no esté encausada de nada", ha concluido.
La dimisión ha sido anunciada de forma inesperada también para los miembros de su partido. Aguirre a pedido "disculpas" a todo su equipo del Partido Popular de Madrid "por no haberles podido avisar con más tiempo". Ha explicado que la decisión fue muy repentina también para ella. "Después de la compadecencia de la comisión del jueves y viernes lo estuve pensando y he decidido hacerlo esta misma mañana". Según ha explicado, trató de localizar a Mariano Rajoy antes de la rueda de prensa pero no fue posible. "Luego por mensaje me dijo: Te entiendo", ha revelado. Aguirre mantuvo después una conversación con el presidente del gobierno de "absoluta cordialidad y comprensión", pero no ha querido dar más detalles de la misma.
Deja claro, eso sí, que se trata de una decisión personal. Espera que tras su dimisión se convoque una junta directiva regional para proponer quién puede ocupar ese cargo. Ha recordado que el mismo día de las elecciones ella propuso un congreso extraordinario urgente: "un militante un voto". Aguirre cree que debe hacerse un congreso abierto en el que los militantes se puedan expresar.
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