Vídeos de personas susurrando, dando golpecitos a objetos, haciendo ruidos con la boca o incluso "arañando" un micrófono, pero también cocinando o maquillándose. El fenómeno del ASMR acumula cientos de millones de visualizaciones en redes bajo la premisa de relajar al espectador y ayudarle a dormir.