La ruta por el suburbano ha empeado en la parada Las Ventas de Madrid. Los participates han realizado varios transbordos a lo largo de los cuales otros jóvenes se han ido uniendo a la iniciativa hasta que han finalizad su trayecto, juntos y sin pantalones, en la famosa Plaza de España.
El único requisito que pone la organización para poder participar es "tener el coraje de quitarte los pantalones o la falda o lo que traigas debajo y actuar con la mayor naturalidad", como por ejemplo "escuchar el iPod o leer un libro", según explica Henri, uno de los tres organizadores del flashmob en Madrid. Una vez montados en el metro toca quedarse en calzoncillos o bragas para "ver la reacción de la gente, qué dice cuando ve a alguien en pleno mes de enero en ropa interior".
Aunque no haya restricciones, Henri aconseja a la gente que participa que intente no llevar "algo muy ceñido o algo muy obsceno" que pueda ofender a las personas asñi como "algo que reivindique o que diga frases obscenas", ya que la única intención es "romper con la rutina", sin ningún fin de lucro ni nada reivindicativo. Simplemente es para hacer "un poco el tonto", explica Henri, que no espera que haya ningún problema con los pasajeros del metro.
Según ha relatado, en los inicios del evento "sí hubo algún problema de no tener claro el tema de seguridad" con la empresa de transporte, de saber si estaba permitido viajar en ropa interior o no. "Pero como ven que somos un grupo que no hace daño a nadie, que no nos ponemos a hacer tonterías ni atacamos a la gente, todo marcha con normalidad y tranquilidad", ha asegurado.
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