Desaparece el luminoso de Schweppes

Se trataba de una botella en efervescencia de Schweppes, que tenía doce metros de altura y dos de anchura. Estaba colocada en el arco de la fachada, entre los pisos primero y cuarto. Este luminoso no ha llegado a cumplir el medio siglo por poco. Fue instalado el año 1966. El Ayuntamiento de Madrid lo incluyó –en 2013- entre los indultados al promulgar la ordenanza para suprimir este tipo de anuncios. No obstante, el anunciante debía pagar a la comunidad de vecinos por el mantenimiento de su luminoso en este punto estratégico. Si no renovaba el contrato con la comunidad propietaria no tenía opción de permanecer. La total desaparición de anclajes en la fachada nos hace pensar que no será sustituido por otro aunque, según nuestras fuentes, una bebida energética y algunas agencias de publicadad se interesaron por ocupar el espacio. Sin embargo el ‘indulto’ era específico y exclusivo para el anuncio desaparecido, como ocurre con el del Tío Pepe, por ejemplo. Si se elimina, como ha ocurrido, al edificio se le aplica la actual ordenanza de publicidad y ya no tiene opción de reemplazarlo.

El edificio ocupa también, según el plan general de ordenación urbana, el número 58 de la Gran Vía, lindando con el proyectado por Fernández-Shaw y Ortiz de Villajos en 1930 para el Banco Hispanoamericano. Cuenta con un grado de protección integral al pertenecer al Conjunto Histórico de la Villa de Madrid. El otro gran luminoso de esta bebida, el que corona el edificio Carrión en la plaza de Callao, fue instalado en 1972. También fue ‘indultado’.