A principios de septiembre del 2021, cuando el precio de la electricidad triplicaba el de enero del mismo año, tomé la decisión de suspender provisionalmente los pagos corrientes a Iberdrola. Ello como muestra de protesta institucional ante el auge de la especulación del precio de la luz, y, esperando a que otros alcaldes tomaran acciones similares para poner en solfa a las grandes eléctricas y mostrar así nuestra solidaridad activa con los más perjudicados y vulnerables por este abuso si fin.
Poco después del inesperado eco mediático de mi medida, el Presidente Sánchez anunció un recorte de 2600 millones de euros en los beneficios de las eléctricas fruto de su trama especulativa, pero parece ser que esta medida se ha quedado en agua de borrajas. Estas navidades, el precio del Kw/h ha estado a punto de alcanzar los 400 €, y la inflación en diciembre llegó al 6,7%. Parece que el nombramiento en octubre de 2021 del destacado político socialista Antonio Miguel Carmona como vicepresidente de Iberdrola España es otro premio más a la connivencia permanente entre las multinacionales y la clase política de alto nivel. Felipe González con Gas Natural, Aznar y Elena Salgado con Endesa, o Josep Piqué, implicado en la promoción de aeropuertos privados, son conocidos ejemplos entre otras y otros muchos. Este es el panorama con los más notables de nuestros cargos públicos. Los que tendrían que ser una ejemplo de la defensa del interés general se han convertido en los acróbatas de las puertas giratorias. Han hecho de la política el trampolín de los mediocres.
Por mi parte, como regidor de un pequeño municipio de Madrid y sabedor que mi postura no fue más que un minúsculo ejercicio de rebeldía contra los poderes económicos, si que he de admitir también mi desconsuelo con la sociedad española en su conjunto, dormida en su propia ignorancia, y que siendo heredera hoy del esfuerzo y sacrificio de generaciones pasadas, no es que ya no luche por obtener más justicia social u otros logros implementando los heredados, sino que ni siquiera defiende los que lograron sus padres. Es decir, ni lucha ni defiende.
Creo que ni el megavatio a 500€/h, ni el gasoil a 1,80 el litro, ni la duplicación de comisiones bancarias, ni un nivel de inflación Interanual por encima del 5% va a lograr que la sociedad se revele ante tanta desvergüenza teniendo las multinacionales cogidas por los huevos a la mayoría de l@s gerifaltes de la política española y europea. Así que, el alcalde de Batres, Yo, ha decidido reanudar los pagos corrientes a Iberdrola a partir del 31 de enero a la espera de que otro 15M, o un Andrés Torrejón del siglo XXI plante cara a la política con la política y saque de una vez por todas el coraje y la determinación de este gran país que es España, o como diría el General Prim, Las Españas.
Ha costado mucho sudor y lágrimas llegar hasta aquí, así que… Ojo con el Covid-19, que además de un virus letal se está convirtiendo en un virus mental.