El año pasado, La Comunidad retiró un total de 148.560 productos, lo que supuso el 18 por ciento del total nacional. La mayoría de estos productos tenían riesgos de incendio, de lesiones o de asfixia. En total, "los avisos en este primer semestre supone un 60 por ciento menos que las notificadas durante el mismo periodo del año anterior, según los datos de los servicios de inspección de la Dirección General de Consumo", ha explicado Merino este miércoles en la presentación del balance de la red de alerta de productos peligrosos e inseguros.
La directora general de Consumo ha explicado que a partir de septiembre se van comenzar las campañas de inspección dirigidas a los sectores más reclamados por los consumidores. Se han programado para este año un total de 19 campañas para la inspección de los artículos más peligrosos, como es el caso de los vehículos de segunda mano, la publicidad comercial o los teléfonos móviles. El portal del consumidor de la Comunidad permite a cualquier ciudadano o empresa comunicar a la Administración la existencia de un producto inseguro. También ofrece información actualizada de las alertas que genera la región.
Los vehículos, los productos más peligrosos
La mayor parte de las alertas que se han realizado durante los seis primeros meses de 2013 corresponden a la categoría de vehículos y accesorios, concretamente un 30 por ciento, seguido por luminarias con el 12 por ciento, y juguetes y vestimenta infantil con un 10 por ciento cada uno. Además, los artículos de ocio y deporte han representado el 10 por ciento de los productos alertados, seguido por los artículos decorativos y los productos de vestimenta de adulto.
"Cuando alguien notifica un riesgo por parte de un fabricante de vehículos se comunica a los usuarios de las medidas adoptadas por la empresa para la reparación de los defectos controlados", ha afirmado Merino Por ello, la directora general de Consumo de la Comunidad ha recordado que esta detención de productos tiene su origen por las inspecciones que efectúa la Administración. Además, ha asegurado que los fabricantes y distribuidores "están obligados por ley a notificar a Consumo los fallos que detectan en sus artículos y subsanarlos".
Las alertas sobre los pequeños electrodomésticos se han reducido un 92 por ciento, pasando de doce en el primer semestre de 2012 a uno durante el mismo periodo de este año. Lo mismo sucede con los juguetes alertados, que ha descendido un 75 por ciento al pasar de veinte a cinco. Merino ha mostrado algunos de los productos que presentan riesgos de asfixia o de lesiones como un mechero que da descargas eléctricas o un arco con flecha que tiene pequeñas piezas. Otros artículos que se encuentran catalogados como peligrosos son los exprimidores, las estufas o las planchas con riesgo de choque eléctrico o quemaduras.