La prolongación de la línea 10 de Metro por Móstoles y Alcorcón vuelve a la arena política. La crisis se ha cebado con esta reivindicación histórica, que mejoraría la movilidad de casi 80.000 personas. La Comunidad de Madrid no prevé, por ahora, esta iniciativa aunque se comprometió a impulsarla.
Metrosur llegó en 2003 a los principales municipios de la zona meridional de la región. Su trazado elíptico dejó puntos negros que generaron nuevas necesidades. El Ensanche Sur de Alcorcón y los barrios de Villafontana y Estoril de Móstoles fueron de los más perjudicados.
Casi 80.000 vecinos no podrían disfrutar de este medio de transporte. El suburbano se convirtió en una reclamación de reequilibrio territorial.
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La línea 10 de Metro se convirtió en
el hilo del que tirar para vertebrar ese ámbito en cuestiones de movilidad. Comenzó entonces una negociación a tres bandas entre los ayuntamientos, ambos gobernados por el PSOE por esa época, y el Gobierno regional presidido por Esperanza Aguirre.
Todos los grupos políticos de los ayuntamientos de Móstoles y Alcorcón instaron a la Comunidad de Madrid a llevar adelante este proyecto,
por superficie o soterrado. La tensión política fue creciendo mientras los técnicos planteaban algunas posibilidades. El Consorcio Regional de Transportes vislumbró
la creación de una línea de Metro Ligero. La jefa del Ejecutivo regional prometió tratar de hacer realidad la medida.
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Esperanza Aguirre no incluyó en 2007 la propuesta y los vecinos le recordaron sus palabras. La presidenta regional explicó
por carta que, a pesar de su deseo de impulsar la ampliación,
no podía fijar plazos de ejecución para la misma. También argumentaba que algunos de los barrios que exigían la ampliación estaban en pleno crecimiento urbanístico. En 2009, el Consorcio informaba que
no era "técnicamente recomendable" construir la ampliación por las características urbanísticas de ambas ciudades y planteaba para el futuro
la construcción de un tranvía en Móstoles y la ampliación de varias líneas interurbanas. Luego llegó la crisis y hubo que priorizar. Al final, el proyecto se extinguió con la legislatura porque el programa electoral de la líder popular de 2011 tampoco albergaba dicha ampliación.
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Transportes promovió en abril de 2011 la creación en Móstoles de la nueva línea 4 de autobús urbano y la reforma de la línea 3 para crear una suerte de
trazado circular que conectase los barrios afectados con Cercanías, Metrosur y Móstoles Tecnológico. El alcalde, Esteban Parro, prometió en campaña redactar un proyecto de línea circular de Metro que hiciese ese mismo trabajo.
Este jueves, el portavoz socialista en Móstoles, David Lucas, planteará a Parro en Pleno
si sigue en pie el compromiso de Aguirre. "Una circular no es tan necesaria como la ampliación de la línea 10 y es más cara. Este proyecto es un deseo unánime de los ciudadanos y partidos políticos", argumentó el edil a
Madridiario. El PSOE de Alcorcón fue igual de combativo al respecto.
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Portavoces de los equipos de Gobierno de ambos ayuntamientos incidieron en que la situación económica no permite, por ahora, acometer esta infraestructura. Hay que matizar que la política del Gobierno regional es que las estaciones de Metro, después de la primera, que se construyen en cada municipio se pagan a medias entre la administración regional y el ayuntamiento en cuestión. Fuentes de la operación explicaron que
las dificultades económicas de los municipios complican bastante que se lleve a cabo la ampliación por esta causa, ya que tienen que priorizar sus esfuerzos en garantizar los servicios básicos y sociales, antes que apostar por nuevas infraestructuras de este calibre y calado.
Un portavoz de la Consejería de Transportes se limitó a explicar a este periódico digital que
la ampliación no está en el programa electoral. El documento "plantea unos objetivos realistas para la situación económica actual. Eso no descarta que, si mejora la coyuntura, puedan realizarse nuevos proyectos", concretó.