jueves 29 de septiembre de 2011, 00:00h
Se han disuelto las Cortes y el Parlamento se encuentra en espera tensa mientras se desarrolla la crudísima campaña preelectoral. El partido socialista está lanzando una campaña a la desesperada para tratar de desprestigiar todo lo que se pueda y más al PP, y evitar en algo el desplome electoral el próximo 20 de noviembre.
El socialismo de Zapatero&friends nos ha salido carísimo a todos los españoles: de hecho, creo que vamos a tardar años en comprender la magnitud del destrozo que ha padecido y sufrido nuestra economía, resentida hasta la agonía mas desesperada.
Pero este pasado cercano no le ha impedido al co-responsable Rubalcaba, mano derecha de Zapatero hasta hace tres minutos, pronosticar el apocalipsis, caso de que Rajoy gane las elecciones (¡que las ganará!).
El batacazo socialista el 20N está asumido. Lo que no se asume allí es que se vayan de rositas la odiada bancada contraria, por lo que oponerse a la oposición se ha convertido en una letanía, agónica y sobre todo muy cansina estrategia, difícil de llevar para quienes observamos la batalla a muerte por los despojos de España.
La nación de los recortes, ahora llamados “ajustes” y que por cierto, no han hecho mas que empezar, hagámonos a la idea; le dejaran al siguiente presidente un panorama nada halagüeño, alentador ni digno de envidia, por lo que instamos, yo al menos, al señor Pérez Rubalcaba a que se calme un poquito; que no se puede estar eternamente mandando y en la poltrona del poder; que si ellos han manejado España con los resultados vistos, ahora hay que dejar a la democracia, la que nos queda, que decida nuevos resultados para poder tener esperanzas renovadas.
Queda aún por ver, la pelea de quienes serán lo que, con sus finas y privilegiadas posaderas estarán sentados en los escaños del Parlamento y el Senado en el próximo curso político, que esa es otra manera estupenda de sobrellevar la crisis con tranquilidad.
Lo de querer ser piloto, azafata o bombero ya no es lo mismo, conociendo a los políticos. ¿Por que no me dirían mis padres que fuera de las juventudes de este o aquel color, para tener un futuro largo y asegurado?