Se puede decir que ahí acabó el partido. Hubo un bajón de intensidad que se percibió con claridad. El Real Madrid tuvo siempre la intención de que este partido no se complicase y no cedió ni un milímetro a su adversario. Pronto empezaron los balones al área, por arriba y por abajo. Parecía un vendaval. Llegadas que los centrales y De Gea fueron atajando como podían.

Que el gol se estaba cociendo era evidente. Sólo era cuestión de tiempo y llegó de forma inesperada porque fue
Carvalho, el central, quien robó un balón y se lanzó hacía el área. La jugada continúo fuera de sus dominios pero un rebote en Ujfalusi, posiblemente en su brazo, le devolvió el balón al portugués que fusiló a De Gea. Era el primer gol del Madrid.
No hicieron falta ninguno de los habituales en la zona, como Higuaín, Ronaldo o Di María, muy acosados y marcados por los defensores Atléticos, que estuvieron muy preocupados por defender y destruir el juego blanco. A veces dio la sensación de que se olvidaban de jugar y de crear su propio partido. La sensación que llegaba a la grada era que el Madrid dominaba la situación a su capricho, en este principio de partido, y la defensa atlética bastante tenía con pararlos donde y como podían. Fueron veinte minutos de dominio absoluto.

Y fruto del dominio, de la colocación errónea de la barrera atlética y del despiste del portero madrileño
De Gea, llegó el segundo gol madridista a la salida de una falta. Özil vio el hueco y tiró directamente y por abajo a puerta sin ninguna oposición. Era el minuto 19 de partido, seis después del primer gol y los seguidores visitantes entraron en depresión. En ese momento quizá pensaron que podía ser una tormenta sin final visible.
Pero no, no fue así. El Madrid retrocedió unos metros y el Atlético inició una serie de acercamientos a la portería madridista que dieron esperanzas a sus seguidores, pero no tuvieron reflejo en el marcador, por supuesto, pero tampoco en el control del partido. El Madrid atacaba menos, pero seguía siendo el dueño del partido, salvo en jugadas sueltas en las que pudo llegar el gol como un disparo de Reyes que atajó Casillas de una estirada magistral. Antes determinar el primer tiempo se pidieron dos penaltis. El primero fue en el área del Madrid. Un disparo de Agüero toco la mano de Xabi Alonso.
Minutos después era Simao el que zancadilleaba a Di María dentro del área. Polémicas aparte, este Real Madrid en construcción fue muy superior a su adversario. Los goles llegaron como consecuencia del domino agobiante que mantuvieron los blancos durante esos veinte minutos y después le dejaron el balón al Atlético que no inquietó a los blancos. En los quince o veinte minutos finales del partido, el Madrid se echó un poco más adelante y estuvo cerca de conseguir el tercero, pero el balón no quiso entrar.
En lo que empataron fue a palos. Forlán estrelló un disparo fortísimo en la base del poste e Higuaín le replicó al empalmar un centro de Ronaldo. La estadística queda pendiente para el partido de la segunda vuelta, porque de momento sigue sin romperse.
FICHA TÉCNICA:
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Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho (Albiol min. 83), Marcelo; Xabi Alonso, Khedira, Özil, Di María (Diarra min. 83); Cristiano Ronaldo, Higuaín (Benzema min. 75).
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Atlético: De Gea; Valera, Domínguez, Ujfalusi, Filipe; Tiago (Raúl García min. 68), Mario Suárez, Reyes, Simao (Diego Costa min. 77); Forlá, Agüero.
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Goles:
1-0 Min.12. Carvalho.
2-0 Min.19.Özil.