El Hospital Universitario de Getafe, un referente en la atención médica dentro de la red de hospitales públicos de la Comunidad de Madrid, ha abierto las puertas de un museo singular que ofrece una visión cautivadora de la evolución de la práctica médica a lo largo de los años.
Bajo el nombre de Museo sanitario Dr. Andrés Esteban, este espacio único ha cobrado vida en la entrada principal del hospital y cuenta con acceso grartuito a todos los visitantes. El objetivo del museo es promover la educación y el aprendizaje sobre la medicina, especialmente entre los jóvenes y estudiantes. "Estamos contactando con los institutos de la zona para hacer visitas guiadas y explicar la evolución de la medicina", comenta a Madridiario el doctor Andrés Esteban.

Las piezas y artilugios que componen este museo son testimonios tangibles de la trayectoria de la medicina a través del tiempo. Procedentes de diversas épocas, estas reliquias fueron utilizadas en su momento por profesionales de la salud en la exploración, diagnóstico y tratamiento de pacientes, y dan testimonio del constante avance de la medicina.
La colección del museo es el resultado de la pasión y dedicación de los doctores Pilar Fernández Segoviano y Andrés Esteban, ex jefes de Servicio de Anatomía Patológica y Medicina Intensiva. A lo largo de los años han recolectado estas piezas en ferias, mercadillos y donaciones con la intención de perservar la historia de la medicina y compartirla con el público.
Su extensa colección de artilugios médicos se deben a "cosas" del destino. Ambos doctores no buscaban nada en concreto cada vez que visitaban una tienda de antigüedades. "Tampoco íbamos buscando cosas específicas. Nosotros íbamos a ferias de arte, mercadilllos de Madrid y de fuera, y comprábamos pequeñas cosas para ir ampliando nuestra colección", añade el doctor Esteban.
"Lo único que hemos buscado, y no es original, es una reproduccion de un equipo de lobotomia. Lo buscamos en redes y lo terminamos comprando en Estados Unidos. Ese ha sido el único objeto que hemos buscado a conciencia", detalla la pareja de médicos.

Tanto Pilar Fernández Segoviano como Andrés Esteban siguen ampliando su colección. La última pieza adquirida para el museo es una escupidera que encontraron en el Rastro de Madrid. Un elemento "obligatorio en tiempo de tuberculosis, de la llamada peste blanca. Se convirtió en imprescindible que estuviese en cada esquina de los centros sanitarios para que la gente escupiese en ella y no en el suelo", narra el ex jefe de Medicina Intensiva.
Este museo sanitario se presenta como un espacio de conocimiento y reflexión. Destaca la importancia de entender las bases de la tecnología médica actual a través del estudio de sus predecesoras. Las vitrinas ordenadas temáticamente, acompañadas de esquemas y explicaciones, brindan a los visitantes una perspectiva enriquecedora de cómo los avances médicos han transformado la atención sanitaria a lo largo de los años.
Entre las pieza notables, el museo guarda una valiosa colección de ventosas -utilizadas en el siglo XIX y principos del XX- y otros artilugios médicos, testigos de la lucha contra enfermedades contagiosas. En esta parte del museo, el doctor Andrés Esteban deposita sus objetos más preciados: tres escupideras de bolsillo, que únicamente se podía permitir la gente de clase alta en aquella época: "La gente de bien lo llevaba en la mano".

Además, la colección cuenta con jeringas históricas para enemas, marcapasos cardiacos desde modelos tempranos hasta versiones contemporánas avanzadas, y cuchillas quirúgicas del siglo II empleadas por médicos romanos.
En la sección cardiovasucular del museo han colaborado el doctor Miguel Gómez Penas, ex jefe del Servivio de Cirugía Vascular, y gran amigo de Fernández Segoviano y Esteban, donde han colaborado aportando sus conocimientos en la materia y donando una serie de marcapasos que muestran la evolucción de la medicina cardiovascular. "Estamos muy contentos de la colección que tenemos de marcapasos", asegura Gómez Penas. La colección abarca desde el primer marcapasos, que contenía una pila atómica y pesaba 250 gramos, hasta el más actual de tan solo tres gramos y que no necesita emplear energía nuclear para su funcionamiento.
Por su parte, para la ex jefa del Servicio de Anatomía Patológica, Pilar Fernández Segoviano, la pieza clave de la colección es su microscopio dorado que ella misma usó en su trayectoria en el Hospital.
Colaboradores

La colaboración del Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, Instalaciones Horche y la Universidad Europea de Madrid ha sido esencial para la creación de este espacio educativo y cultural. El Museo sanitario Dr. Andrés Esteban se erige no solo como una ventana al pasado médico, sino también como un recurso valioso para la investigación histórica y la apreciación de los avances médicos que han transformado la atención a la salud.
La colección formada por ambos doctores se quedará de manera permanente en la entrada del Hospital Universitario de Getafe, debido a que, según las palabras de la doctora Segoviano, este hospital es su hogar. "Es nuestro hospital, nosotros lo abrimos cuando veníamos de la Cruz Roja en 1991, los tres estábamos aquí en el 91. Hacerlo en otros nos parecía inconcebible", apunta la doctora.