El Madrid institucional homenajea hoy a los fallecidos por los atentados terroristas en el 18º aniversario de la barbarie. El clima, lluvioso, acompaña a la solemnidad de este día que ha comenzado con la colocación de la tradicional corona de flores en la fachada de la Real Casa de Correos. Los encargados de transportar la corona han sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, que han presidido junto a cuatro representantes de las asociaciones de las víctimas el minuto de silencio en recuerdo de los que ya no están.
Este ha sido el primer acto de homenaje del día. Las campanas de la sede regional del Gobierno, junto a las de todos los templos de la ciudad, han redoblado durante cinco minutos para dar paso a la intervención de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, bajo la dirección del maestro Krastin Nestev. La coral ha interpretado El cant dels ocells, de Pau Casals, y Lacrimosa, del Réquiem de Mozart, para terminar con la audición del himno nacional.
Sobre la corona depositada por los dos mandatarios madrileños, reposa la placa que desde hace 18 años recuerda el mayor atentado terrorista en suelo español y europeo: "A todos los que cumplieron con su deber en el auxilio a las víctimas de los atentados de marzo de 2004 y a todos los ciudadanos anónimos que las ayudaron. Que el recuerdo de las víctimas y el ejemplar comportamiento del pueblo de Madrid permanezcan siempre".
Además de los cargos institucionales y de los portavoces políticos tanto de la Asamblea de Madrid como del Ayuntamiento, han estado presentes los representantes de las asociaciones de víctimas. Así, en el homenaje han participado la presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo, Mayte Araluce; la presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Dori Majali; el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero; y el presidente de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Eulogio Paz.
Claveles para las víctimas en Atocha
La segunda parada del periplo de homenajes en recuerdo a la trágica jornada del 11-M ha continuado en la estación de Atocha, epicentro del ataque terrorista que sacudió la capital hace 18 años. Hasta 192 globos, uno por cada víctima, se han elevado al hoy nublado cielo de Madrid antes de guardar un sentido minuto de silencio. Al acto, promovido por organizaciones sindicales y la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, han acudido el alcalde de la ciudad y la portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz, así como representantes locales y regionales del Partido Socialista, Más Madrid, Podemos y Recupera Madrid.
El primero en tomar la palabra ha sido Iñaki Guevara, secretario general de la Unión de Actores y Actrices, quien ha enfatizado el sinsentido de las muertes causadas por el terrorismo aquel 11 de marzo de 2004, "trabajadores que querían aquí su futuro y que encontraron la muerte". Misma sinrazón que encuentra en "hundir una patera en mitad del Mediterráneo o invadir Ucrania". "No olvidamos a los que perdimos, que no nos roben la memoria", ha sostenido.
También ha querido tener un "afectuoso recuerdo" con las víctimas de la invasión rusa en Ucrania José María Hernández, de UGT Madrid, quien ha vinculado el terrorismo a "ambientes radicales sin ética ni moral". "Honrar y mantener viva la memoria de las víctimas es la mejor forma de hacer ver a quienes carecen de valores que no podrán vencer a quienes defendemos la paz y la democracia", ha manifestado.
Paloma López, de CCOO Madrid, ha señalado que "la cicatriz del terror que paralizó nuestras vidas sigue visible hoy". Acto seguido ha recordado que el objetivo ese ataque "indiscriminado' fue "la clase trabajadora". Por ello, ha alabado que Almudena Grandes, una mujer "comprometida", vaya a renombrar la estación Puerta de Atocha. Un gesto que "ayudará a dignificar este espacio".
Por último, Eulogio Paz, presidente de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo ha denunciado que tres de los condenados por el mayor ataque terrorista perpetrado en Europa "salen ya de prisión". Tras su reivindicación de que las obras de la Línea 11 de Metro no supongan la eliminación del monumento homenaje a las víctimas en Atocha, los asistentes se han dirigido precisamente hacia ese enclave para depositar allí 192 claveles.