Máscaras, pelucas, maquillaje e incluso pasamontañas. Todo vale para disfrazarse y disfrutar como merece la primera noche de Halloween sin restricciones desde el inicio de la pandemia. Desde primera hora de la tarde del lunes, 31 de octubre, víspera de Todos los Santos, se ha podido ver a una gran cantidad de madrileños que, enfundados en sus disfraces, se lanzaban a la calle para disfrutar de un día terrorífico en la capital.
Más allá de la diversión, esta fiesta exportada directamente de los Estados Unidos trae consigo un importante gasto que ha hecho mella en los bolsillos de los habitantes de los madrileños. Así, los comercios, especialmente las tiendas de disfraces, han hecho su particular agosto en estas fechas con la venta de disfraces y todo tipo de complementos.
Por su parte, restaurante, bares y locales de ocio nocturno también han visto incrementados sus ingresos con motivo de esta celebración. Tanto es así que un estudio elaborado por la asociación Noche Madrid anticipa que la facturación en Halloween ha sido un 16,8 por ciento superior a la del 2019, situándose así más de tres puntos por encima de la media nacional (13,5 por ciento).
Esta noche de Hallowee ha brillado además por la seguridad en las calles. Un refuerzo de hasta 270 agentes ha garantizado que no se produjeran incidentes de ningún tipo la pasada madrugada. Por el momento, Policía y servicios de emergencias no han dado parte de ningún suceso reseñable. El dispositivo policial continuará activo durante toda la jornada.